Firma con más 80 años de historia se calza inversión de €2,7 M

Fundada en 1938 y convertida en uno de los mayores proveedores mundiales de cuero para tapizado automotor la empresa Arlei, que tiene dos curtiembres en territorio santafesino, busca desarrollar una línea de producción específica para producir capellada para calzado para lo cual anunció una inversión de €2,7 M.

El proyecto se cocina en el corazón industrial de la compañía en la localidad de Las Toscas, en el departamento General Obligado. “El plan es el de importar e instalar una línea completa y autónoma destinada a la producción de cueros para capellada, productos que ya realizamos pero que hoy se hacen empleando la maquinaria con al que también desarrollamos los cueros para los otros mercados”, precisó Daniel Helman, gerente de Relaciones Institucionales de Arlei, en contacto con Punto biz.

Para lograr el objetivo la firma presentó un proyecto ante el Ministerio de Desarrollo Productivo de la Nación que ya tiene visto bueno, en el marco de los subsidios que destina el Régimen de Importación de Bienes Integrantes de Grandes Proyectos de Inversión. “El desembolso es de €2,7 M, de los cuales parte pone la empresa y parte el estado”, añadió el Ejecutivo de la firma que en 2016 se quedó con la planta y absorbió el personal de Sadesa en Las Toscas, contando en dicha localidad con dos curtiembres, además del complejo que funciona en la provincia de Salta.

“Hoy somos uno de los líderes mundiales en cuero para tapizado automotor que además constituye el grueso de nuestra producción, aunque de acuerdo a la demanda también hacemos cuero para calzado. Hoy hay un requerimiento fuerte a nivel mundial de cuero de calidad para capellada y por eso es que nos embarcamos en este proyecto”, sumó Helman, sobre la mercadería que sale de Las Toscas y que tiene 100% destino de exportación.

Impacto del cepo exportador de carne

Las plantas que procesan el cuero de la hacienda son el último eslabón de la cadena de la faena, y aunque cueste creerlo Arlei se vio afectada por las derivaciones del conflicto desatado por el cepo exportador de carne que estableció el Gobierno. “Tras la prohibición de exportar, sobrevino el paro en la comercialización de hacienda y desde entonces nos entra mucho menos cuero por día. Tenemos un margen de un mes de aprovisionamiento de mercadería, pero de profundizarse el conflicto podríamos tener problemas con la materia prima”, precisó Helman.

Arlei tiene más de dos mil empleados sumando el personal de sus curtiembres y la sede administrativa ubicada en Buenos Aires.