Resurgió de las cenizas, duplica superficie y sale a comerse el mercado

La química Peyte bien puede emular la mitológica figura del ave fénix. En 2018, un incendio redujo a cenizas su planta ubicada en Venado Tuerto y los Aloisi, que la habían fundado en 1981, tuvieron que empezar de cero. Con sacrificio y esfuerzo, lograron ponerla rápidamente de pie y hoy miran el futuro con optimismo, tras avanzar con una inversión de u$s 2,5 M que les permite centralizar operaciones y duplicar la capacidad productiva.

Especializada en la fabricación de insumos para el agro, cuenta hoy con un portfolio de 40 productos, que incluyen coadyuvantes, herbicidas y fungicidas. También prestan servicio a terceros, en una planta que hoy posee 6.900 m2 pero tiene otros 1.500 m2 en obra. Al final del camino, tendrán el doble de superficie de lo que tenían cuando el fuego les jugó una mala pasada.

"Mi papá, que en 2020 se retiró de la empresa luego de haberla fundado con mi abuelo, estaba en China cuando fue lo del incendio. Perdimos todo, pero pudimos reconstruir todo y hoy ya vivimos un presente distinto", contó a Punto biz Santiago Aloisi, quien maneja Peyte junto a su hermano Daniel. Fue precisamente éste último quien, 12 años atrás, impulsó a la familia a tomar una decisión estratégica: volcarse hacia el área de agroinsumos.

En función del nuevo rumbo, la empresa arrancó un camino de crecimiento sostenido que solo se interrumpió con el incendio. "Todos los años sumamos tres o cuatro productos a nuestro portfolio. A medida que vas teniendo más soluciones es más fácil ir a una agronomía y vender", explicó Santiago, quien detalló que el plan de inversiones en marcha apunta no solo a imprimir un fuerte salto en la capacidad, sino también a brindar mayor seguridad al proceso productivo.

El crecimiento no solo se materializa en m2 o cantidad de artículos, sino también en mano de obra. Según dijo Aloisi, en 2019 empleaban unas 30 personas y hoy ya son unas 90. "Para 2022 estimamos que serán 120", agregó, al tiempo que planteó que el incremento de personal se empalmará con la centralización de las operaciones que permitirá la planta una vez finalizadas las obras.

Con un escenario optimista, el único nubarrón que Peyte ve en el horizonte son las consecuencias que genera la crisis energética en las plantas chinas, de donde obtiene su principio activo. Si bien hay dificultades de abastecimiento -motivada por el cierre parcial de algunas fábricas-, en los depósitos de Venado Tuerto hay cobertura por varios meses, por lo que no está comprometida la producción inmediata.

Según las proyecciones de la empresa, para 2023 podrían vender unos 300.000 litros de producto, ganando participación en todos los mercados en los que opera, particularmente en el de coadyuvantes, donde aspiran a quedarse con el 20% de la torta general. Además de Argentina, Peyte comercializa su portfolio en Uruguay y Paraguay a través de distribuidores.