Cercos eléctricos: precauciones, cómo funcionan y cuánto cuestan

Invertir en seguridad no es barato y los cercos eléctricos tienen su costo, pero se venden como pan caliente en Rosario, de la mano de la creciente inseguridad. La instalación crece de modo ininterrumpido, al punto de que la demanda se triplicó en los últimos dos años. Como está de por medio la circulación de electricidad surgió una natural preocupación sobre eventuales consecuencias negativas, y ello habilitó un proyecto de regulación que impulsa el concejal del PRO Roy Molina. 

Molina advierte que hay un “gris legal” sobre los propietarios que instalan equipos en forma particular. “La idea es que los vecinos no sean multados o perseguidos” por instalar este tipo de productos, pero que esté bien en claro cuáles deben ser “las condiciones para una instalación segura”. La iniciativa establece una altura mínima de 2,5 metros y la obligatoriedad de contar con carteles indicadores advirtiendo sobre el riesgo eléctrico. Y, también que las colocaciones sean realizadas por empresas habilitadas. 

La propuesta está avanzando. El lunes 26 referentes de la actividad participaron de una reunión de la Comisión de Planeamiento, y aportaron un panorama  sectorial, con estos puntos destacados: 

# Están homologados desde hace medio siglo y no hay antecedentes de fallecimientos mientras que se cuiden los estándares internacionales.

# Los productores requieren ensayos previos antes de ser comercializados y se establece una corriente máxima de circulación. Los impulsos son de una corriente baja pero alcanzan para producir un rechazo. Tampoco afecta el funcionamiento de marcapasos. 

# En Caba existe un registro de instaladores idóneos, quienes realizan un curso previo.

Cuánto cuesta

Consultado por Punto biz, Esteban Jager, titular de Kit Experto, una empresa que importa y distribuye cercos eléctricos en la ciudad, contó que las instalaciones funcionan de forma similar a los boyeros eléctricos que se utilizan en los campos. “No hay forma de que uno se quede pegado porque el impulso eléctrico que genera el cerco patea y te suelta, a diferencia de lo que sucede con la electricidad domiciliaria que contrae los músculos y no te suelta”.

El distribuidor destacó la  demanda que se “triplicó” en Rosario, pasando de “diez instalaciones mensuales a unas 30”. Como  la mayoría de sus componentes están “dolarizados”, los costos suben a la par del billete verde. 

Según Jager, instalar un cerco para el frente de una casa de 12 metros ronda “unos 40 mil pesos”. Y un perímetro de 12 x 50 “desde 100 mil a 180 mil pesos”, dependiendo su complejidad. Los sistemas pueden trabajar 7x24 o bien que el usuario lo active a voluntad.