Momento de decisión para el interventor Sorrequieta

Una ardua tarea tiene por delante el flamante interventor judicial de la Cooperativa Portuaria de Puerto General San  Martín, Daniel Sorrequieta, encargado de llevar adelante su normalización. 

Sorrequieta llegó al puesto a principios del mes pasado por indicación del titular del Inaes, Alexander Roig (ligado al Movimiento Evita), y debe pilotear la normalización de la entidad que supo controlar durante años el sindicalista y empresario Herme Juárez, hasta que debió enfrentar cargos judiciales y fue a parar detrás de las rejas.

Amigos y opositores a Juárez vienen pujando para quedarse tanto con la conducción del sindicato portuario como con la cooperativa con la que el dirigente portuario supo durante años acumular fortunas por una posición monopólica en la carga de buques del extremo norte del cordón agroexportador. Estas fortunas están siendo investigadas por hechos de corrupción, aunque Juárez recuperó  su libertad el año pasado e intenta restaurar su poder.  

El antecesor de Sorrequieta, Roberto Paqualino, un profesional de la Universidad de Buenos Aires, fue reemplazado por el juez federal número 4 de Rosario, Marcelo Bailaque, tras enfrentar planteos de agrupaciones de la cooperativa que pedían una inmediata normalización. En pie de guerra, habían cuestionado una decisión de Pasqualino -con aval de Bailaque- de descongelar depósitos que permanecían en el Banco Nación, aunque Pasqualino dijo que lo hacía para obtener una mejor renta. 

Pero ahora el flamante interventor deberá aforntar un problema mayor, porque durante marzo a la cooperativa le vence una serie de plazos fijos por $1.500 M que en su momento y por orden de Juárez quedaron fuera del movimiento diario de caja de la cooperativa y terminaron colocados en el banco Coinag. 

La pregunta del millón es: ¿Sorrequieta respetará la voluntad de Juárez (y sus antecesores en la intervención), o pegará un golpe de timón con el destino de esa plata. Se trata de una determinación que referentes de la city rosarina monitorean muy de cerca.