De acuerdo con datos de Trabajando.com, el 72% de los trabajadores en las organizaciones están desconformes con su actual empleo y aseguran estar buscando otras opciones laborales que mejoren esta situación.
Al respecto, Fernando Calderón, director de Mercadotecnia y Relaciones Públicas de OCC Mundial, asegura que los padecimientos fisiológicos que incapacitan la destreza para realizar actividades diarias pueden ser una señal de un trabajo excesivamente demandante o desgastante, por lo que recomienda hacer un alto, analizar la situación, redirigir el rumbo y tomar una decisión.
Sin embargo, ¿cómo saber que es el momento adecuado para hacerlo? Un gran porcentaje de la población trabajadora padece lo que se llama el síndrome Bournout, el cual se presenta cuando existe una gran carga laboral o cuando hay demasiado estrés en el trabajo, uno de los principales motivos por el que los trabajadores deciden buscar otras opciones laborales, pues el 40% de los que se encuentran buscando otras opciones, aseguran que su trabajo es sumamente estresante.
El “síndrome del quemado” o Bournout es uno de los padecimientos más comunes entre los profesionistas y está relacionado con ambientes laborales altamente competitivos, largas jornadas de trabajo y un alto índice de estrés.
¿Sos víctima del Bournout?
El especialista de OCC brinda siete señales para averiguarlo:
1.Agotamiento. El sentirse agotado y exhausto todo el tiempo es la primera señal de alarma para saber que sos víctima. El mal ambiente laboral puede desencadenar cansancio físico y mental.
2.Falta de concentración. De acuerdo con el experto, cuando se padece estrés crónico es muy común que las habilidades cognitivas se vean afectadas, desencadenando distintos factores que afectan nuestra vida laboral: poca concentración, dificultad para la toma de decisiones y olvidos frecuentes.
3.Problemas de salud. Estar expuestos a ambientes laborales con altos índices de estrés puede ocasionar daños a la salud de los trabajadores, desencadenando problemas para dormir, trastornos digestivos, bajas defensas, entre otros padecimientos.
4.Falta de motivación. Uno de los síntomas es cuando la cama no te deja ir al trabajo. El agotamiento físico y mental provocan poco entusiasmo a realizar las actividades diarias.
5.Irritabilidad. El enojo e intolerancia son producto de inconformidades dentro del ambiente laboral. Analizá si tus actividades provocan frustración, negatividad, cinismo o frecuentes cambios de humor.
6.Baja productividad. El rendimiento laboral siempre se verá afectado ante la exposición al estrés, la desmotivación y la falta de compromiso.
7.Escasa vida social. La gente debería trabajar para vivir, no vivir para trabajar. Cuando la vida se va entre el transporte y las largas jornadas laborales, podés empezar a alarmarte.
