Body Club sobrevivió a cuarentena y restricciones pero ahora baja la persiana

A dos años de la cuarentena obligatoria por la irrupción del coronavirus, los sectores más golpeados por el parate aún le buscan la vuelta para evitar el default económico. Algunos se reconvirtieron al 100% y saltaron de rubro, otros cambiaron de fórmula para sobrevivir, y están los que no la pudieron remontar y tuvieron que cerrar definitivamente. Éste último es el caso del gimnasio Body Club, ubicado en pleno centro de Rosario, que sobrevivió a la cuarentena estricta y las restricciones, pero las secuelas económicas que dejó el parate hizo que su dueño decidiera bajar la persiana en marzo de 2022.

“La situación del rubro de los gimnasios es muy mala y en lo particular, preferí cerrar uno de los centros de entrenamiento que tenía y unificar todo en una sóla sede. Fueron muchos los espacios que cerraron en estos dos años y los que seguimos lo hacemos por debajo del nivel previo a la pandemia”, describió a Punto biz Guillermo Tomatis, dueño del gimnasio Body Club, que ahora seguirá sólo en pìe en la sucursal de Entre Ríos 333. 

Lo cierto es que el sector gastronómico de bares y restaurantes, la industria del entretenimiento, salones de eventos y los gimnasios y actividades deportivas; fueron algunas de las áreas productivas que más sintieron el golpe. Y también las que, en muchos casos, todavía penan por recuperarse. “Dejamos de trabajar un 20 de marzo de 2020, volvimos el 17 de junio con todo tipo de protocolos y la peleamos. Después nos cerraron en septiembre por 1 mes y seguimos adelante. El año pasado, otra vez cuarentena en mayo y ya ahí se hizo muy difícil reponerse. Fueron cachetazos muy grandes a la actividad”, apuntó Tomatis. 

Quizás el nicho que más sintió el cimbronazo de la cuarentena dura fue el de los gimnasios que aun en la actualidad funcionan con limitaciones, como el uso de barbijo en la práctica de actividad física. “En todo el país se permite que se entrene sin barbijo, y a la gente no le gusta. Además, por otro lado, creció el entrenamiento al aire libre, y eso compite a la actividad formal, cobran menos, y no necesitan infraestructura. Igual entendemos que es una cosa de la temporada de verano”, opinó el también vicepresidente de la Cámara de Gimnasios de Rosario y Litoral. Ni las clases online o las jornadas de práctica al aire libre, sirvieron para acomodar los números del club que perdió en menos de dos años la mitad de sus asociados.