La fábrica de quesos artesanales Adrianita, con planta en Vedia – localidad del noroeste bonaerense que limita con Venado Tuerto – quiere volver a madurar el negocio en Rosario y la región. Es que sus titulares salieron a buscar un nuevo distribuidor en la zona para que reinstale los productos en las góndolas santafesinas. “Desde fines de 2012 los quesos no llegan a la ciudad por un problema de proveedores y queremos recuperar el mercado”, le contó a punto biz Miguel Ángel Nucete, presidente de la fábrica. Proyectan desembarcar en Brasil con una filial.
Cuando la marca comenzó a instalarse en la región – entre 2006 y 2012 – las ventas locales representaron un 10% del total, motivo por el cual Adrianita buscará recuperar la plaza comercial. “No tenemos un plazo estipulado, sino que todo está supeditado a hallar un representante que nos suba nuevamente a la plataforma”, aseguró el presidente de la empresa.
Para mantener su carácter premium, los quesos Adrianita – que llegan a las principales ciudades del país – no se comercializan en grandes cadenas de supermercado, sino en locales específicos o afines al rubro como fiambrerías, casas de pastas o vinotecas. “Buscamos estar en espacios donde haya un comerciante que sepa vender la marca, que conozca de qué se trata y que esté al tanto de las diferencias entre calidades y cualidades de cada producto”, sostuvo Nucete.
Con más de diez años en el sector, certificaciones de calidad y premios nacionales e internacionales, la empresa no descarta hacer pie en el exterior y sumar nuevos productos a su cadena quesera. “Siempre hay proyectos, tenemos la idea de instalar una filial en Brasil en dos años y continuar el plan de expansión”, comentó el titular de la láctea.
Y si bien se trata de una empresa bonaerense, la firma láctea comenzó a gestarse en Rosario a principios del 2000 cuando Nucete decidió desprenderse del legado familiar aceitunero y plantarse con un nuevo producto. “Vengo de la histórica empresa de aceitunas Nucete, pero decidí abrirme, emprender un nuevo negocio y hacer mi propio camino”, explicó.
El presidente de Adrianita recordó que a pesar de tener una amplia agenda de contactos proveniente de la empresa de aceitunas, “aún me faltaba conocer y adentrarme en el nuevo mercado que quería instalar”, y agregó que “gracias a la amabilidad de Fernando y Miguel Canut – dueños de la láctea que lleva su nombre – logré desarrollar mis primeras herramientas en el rubro, porque fueron ellos quienes me explicaron y me metieron en el negocio. Son una especie de padrinos para la marca”, finalizó Nucete.