“El problema no es la falta de empleo sino de personas empleables”

Punto biz festejó sus primeros 20 años con la realización de un documental, dirigido por el reconocido Héctor “Nene” Molina, que repasa en relatos la experiencia de 20 empresarios y emprendedores que marcaron el rumbo de los negocios en estas dos décadas. En esta oportunidad, Andrea Ávila, CEO de Randstad para Argentina y Uruguay, charla sobre la importancia de educación formal en un mundo enfocado en el conocimiento, el contenido y la tecnología. Mirá el video.

Los datos sobre el empleo en la Argentina preocupan, pero al mismo tiempo las empresas publican numerosas búsquedas de personal y señalan dificultades para contratar recursos humanos. ¿Cómo se explica este desencuentro entre oferta y demanda? Para Andrea Ávila, CEO de Randstad Argentina y Uruguay, el problema no es la falta de empleo. “Lo que faltan son personas empleables, calificadas para los puestos que se demandan”, dijo. “Para cubrir una posición estamos tardando dos o tres veces más que antes y necesitamos duplicar esfuerzos”, explicó. Y analizó: “Para que cambie la situación, el desafío que tenemos por delante es transformar el modelo educativo. Tenemos que asumir el compromiso de formar personas que sean empleables, y el empresario es un eje central en este sentido”.

Según el análisis de la especialista en Recursos Humanos, en un mundo enfocado en el conocimiento, el contenido y la tecnología, volver a la educación formal se tornó esencial. “Sería ideal desarrollar modelos educativos superiores al que existe, pero como primera medida es urgente que los chicos vuelvan a formar parte de un sistema que les asegure capacidad de análisis, que les enseñe a trabajar en equipo y consolide cimientos matemáticos básicos”, opinó. La CEO de Randstad afirmó que revisar el modelo educativo no implica arrasar con todo. “La estructura educativa de Argentina pudo haber quedado vieja, pero tiene una capilaridad que debería ser aprovechada. Eso sería esencial para que tengamos personas empleables a futuro”, analizó.

Exprimir a la tecnología

La historia muestra que el mundo atravesó varias revoluciones tecnológicas, y sin embargo el mercado laboral nunca prescindió de los recursos humanos. Cambian las aptitudes requeridas, explotan algunas áreas y otros rubros se diluyen, pero hombres y mujeres siguen siendo esenciales. “La industria automotriz está fuertemente robotizada; sin embargo siguen contratando a un montón de personas para que aprendan a manejar esos robots, tengan otras funciones y adquieran calificaciones nuevas”, ejemplificó.

En particular, Ávila destacó que ya existen varios puestos de trabajo que surgieron a partir de la irrupción de la Inteligencia Artificial (IA) y la robótica. "Que el hombre se quede sin trabajo no es sustentable para el capitalismo”, añadió. “La innovación tecnológica es como toda fuerza imparable que llega desde afuera: no te podés oponer, tenés que ponerla de tu lado, hay que lograr que potencie nuestro trabajo. El miedo no es buen consejero, la clave es transformarnos y adquirir nuevos conocimientos”.

¿Qué es lo que tenemos que conservar como seres humanos para ser empleables, según Ávila? La apertura suficiente para aprender cosas nuevas. “Quizás suena romántico, pero estoy convencida de que el ser humano lleva en su esencia la capacidad de reinventarse. Lo ha demostrado antes y ahora tiene la oportunidad de volver a hacerlo”. “Es un concepto antiguo pensar que uno se puede quedar toda la vida haciendo aquello para lo cual estudió y de lo que se recibió. Lo que sé hoy tiene una vigencia máxima de cinco años, entonces no hay chance, hay que ir por otra cosa, aprender de nuevo. Tenemos que internalizar que tenemos que estar todo el tiempo en modo de aprendizaje, dedicarle tiempo. Las nuevas generaciones lo entienden mejor”, admitió.

Paralelo a su labor en Randstad, Ávila también es presidenta del Pacto Global Red Argentina, una iniciativa de RSA que busca movilizar al empresariado a comprometerse con los 10 principios universales propuestos por las Naciones Unidas a favor de la sustentabilidad. En su búsqueda por mejorar la sociedad, Ávila expresó que se debe trabajar para que todos tengan la oportunidad de hacer la transformación necesaria para lo que viene. Trabajo y vida personal en equilibrio Andrea Ávila viene de familia de emprendedores (su bisabuelo comenzó su negocio administrando depósitos del ferrocarril en la zona sur de Rosario) y heredó la vocación por hacer.

“Trabajo mucho, me apasiona lo que hago”, advierte. Tiene una extensa trayectoria en Recursos Humanos y lleva más de 25 años en Randstad (más de una década en el cargo de CEO para Argentina y Uruguay). “Hoy somos un equipo de 700 personas en Argentina. A través nuestro consiguen trabajo unas 40.000 personas al año. La responsabilidad es grande, son muchas familias que dependen del equipo y hay que tomar buenas decisiones”, admitió. Además, es mamá de Juan y de Victoria -los dos estudiantes-, esposa, hija, tía, hermana y amiga.

“Me gusta hacer muchas cosas manuales y prácticas, que es lo opuesto a lo que hago la mayor parte del día. Cocino, tejo, hago jardinería, disfruto mucho de esas cosas. Además, soy runner”, enumeró. Por eso, cuando piensa a mediano y largo plazo, sabe que el futuro la va a encontrar haciendo, aunque pretende que a un ritmo diferente. “La pandemia modificó nuestro vínculo con el trabajo. Las personas ya no quieren pasar mucho tiempo trasladándose para ir a trabajar, ni pasar todo el día dentro de una oficina, o trabajar en forma estática, básicamente porque la sociedad entendió que se puede aprovechar lo que se aprendió cuando estuvimos en casa”, explicó.