La factura de la EPE saldrá más cara que lo anunciado y tiene cláusula gatillo

La Provincia anunció que la tarifa eléctrica tendrá dos aumentos -en febrero y abril-, cuya variación promedio será del 25% respecto de diciembre de 2021. Dicho porcentaje, sin embargo, no revela del todo el impacto del ajuste. De la lectura de la Resolución 80/22 (fechada el 1° de febrero, en la que se autorizó la modificación), surge que la mayoría de los usuarios terminarán pagando un 35% más. Y si la inflación acumulada al mes de octubre supera ese 35% -algo muy esperable por las expectativas inflacionarias para 2022- se podría aplicar por cláusula gatillo un 15% adicional, redondeando un 50%.

Lo comunicado este martes no difiere mucho de la propuesta que la Empresa Provincial de la Energía (EPE) realizó en la audiencia pública celebrada a principios de enero. Allí, la firma planteó que, sin adecuación tarifaria, el déficit proyectado para 2022 era de $12.429 M. En ese marco, propuso un esquema de aumentos en dos etapas -a aplicarse en enero y abril- cuya variación acumulada terminaba siendo del 37% para usuarios residenciales, 38% para comerciales y 36% para industriales. Los porcentajes no son rigurosamente uniformes, porque varían de acuerdo a diferentes subcategorias y según la cantidad de kilo watts consumidos. 

Tal como anticipó Punto biz en noviembre, la EPE dispuso un nuevo esquema de segmentación (que beneficiaría a titulares de servicio con ingresos de hasta dos salarios básicos), lo que genera que los porcentajes promedio disminuyan: en la audiencia se indicó que para el segmento residencial la variación media bajaría al 25,7%. Mismo criterio se aplica para el rubro fabril, donde hay en marcha un programa para bonificar la luz a plantas radicadas en pueblos.

En la mencionada Resolución 80/22, se advierte sobre esta situación, planteando que el 25% promedio incorpora "los nuevos programas de Segmentación Social y Territorial de la Demanda, y el programa Energía para el Arraigo Industrial". 

En su comunicado oficial, el gobierno santafesino no hace estas aclaraciones, aunque sí plantea que los aumentos tendrán un tope del 35% (en línea con lo expuesto en la audiencia). Cálculos preliminares permiten inferir que el grueso de los usuarios residenciales sufrirá ajustes en sus boletas bastantes más cercanos al 35% que al 25% anunciado. En el rubro industrial, los nuevos programas de segmentación tienen una incidencia pequeña, por lo que en la mayoría de los casos también se superarán -por mucho- el 25% promedio.

Tampoco se consignó un elemento extra, que podría generar un incremento adicional producto del desfasaje inflacionario. En la audiencia, la EPE propuso generar un "Indicador Ponderado" que contempla los principales costos del servicio (materiales, mano de obra y servicios). La Resolución 80/22 apruebe este mecanismo, que plantea que si a los 180 días de aplicado el incremento total (es decir, en octubre) las variaciones superan el porcentaje aprobado, se puede solicitar la aplicación, por única vez, de un ajuste del 15%.