Fábrica amasa un ambicioso plan para incorporar tecnología y aumentar producción

Aunque les toca lidiar con las generales de la Ley en un contexto de alerta por la falta de los dólares necesarios para importar insumos clave en el proceso de fabricación a nivel local, los titulares de la firma Rinaudo, dedicada a la fabricación de equipamiento para comercios que fabrican pastas caseras, igualmente se la jugaron por invertir para mejorar los tiempos de producción.

Se trata de un esquema a dos bandas. Por un lado busca optimizar procesos para hacer más eficiente la planta que tienen operativa en Granadero Baigorria y por el otro incorporar equipo de última tecnología para poder llegar a tiempo con las entregas una vez que se resuelva la coyuntura marcada por la escasez de insumos.

“Incorporamos maquinarias muy importantes para el sector de mecanizado. Se trata de equipamiento fundamental para agilizar los márgenes de entrega y así incorporar más pedidos a la línea de montaje”, mencionó Lucas Rinaudo, al frente de la empresa familiar que tiene 40 empleados en la estructura de casi 1.000 m2 en la localidad al norte de Rosario.

“Tenemos espacio para crecer en superficie. Es una cuestión que no descartamos, pero lo cierto es que ahora buscamos inclinarnos a la optimización. Sumamos bienes de capital fundamentales para la fabricación pero también el plan es eficientizar toda el área de ensamble de m´quinas”, agregó el industrial, en contacto con Punto biz.

Con años de historia en la fabricación de equipos que se usan en panadería y fábrica de pastas, la vedette de la compañía es la máquina de cortar tallarines por peso. “Es un desarrollo propio que incluye una línea para orear la pasta y dependiendo de la pretensión del cliente hay equipo de 250 y 500 kg por hora”, puntualizó Rinaudo.

“Cuando hay desequilibrio la gente espera y eso es lo que nos pasó a nosotros. las ventas recién ahora están volviendo a ponerse en marcha”, precisó el ejecutivo sobre una impronta que talló el mercado en los últimos meses, donde muchos operadores del sector de las pastas chicos y medianos optan por stoquearse la harina, antes de renovar sus sistemas de elaboración.

El horizonte de complicaciones se carga con los problemas para ingresar insumos del exterior. “Ahora se está empezando a acomodar, aunque a veces es muy difícil en un contexto donde no entregan los dólares para solventar las importaciones”, mencionó.