Ante la falta de dólares, cuánto se va en importación de carne porcina

Mensualmente se van a Argentina u$s15 M que sirven para importar desde Brasil carne de cerdo. Una estrategia que a criterio de algunos analistas permite que el precio al productor local se mantenga estancado pero no así lo que paga el consumidor en el mostrador. ¿Cómo se explica este contrasentido?

Veamos: a partir de enero, por el incremento de los commodities, el combustible y los costos de los insumos, y las limitaciones para la colocación de exportaciones, las poderosas industrias brasileras productoras de carne de cerdo trabajan a pérdida y, como tienen espaldas, prefieren ubicar rápidamente su mercadería a muy bajo precio antes que acumular stock. Así, han inundado varios países de Latinoamérica rematando su producción, entre ellos Argentina, que cada mes importa US$ 15 millones en cortes de cerdo, entre 4.000 y 5.000 toneladas, principalmente de bondiola fresca, pero también cortes de jamón, paleta y solomillo, lo que representa entre un 7% y 8% de la producción nacional.

Ese ingreso de mercadería brasilera provocó que muchos frigoríficos locales dejen de comprarle a los productores argentinos y que los precios que les pagan se mantengan pisados. Sin embargo, esto no se tradujo en un descenso de los precios del cerdo en el mostrador, sencillamente porque la evolución del mismo está directamente ligada a la de los precios de la carne de vaca.

“El precio al consumidor viene subiendo todos los meses pero a los que sí jorobaron fueron a los productores argentinos, a los que les pagaron menos o no le compraron sus cerdos, porque con esa importación se frenó la circulación normal del abastecimiento", explicó Juan Uccelli, ingeniero zootecnista, consultor privado y especialista en mercado porcino, en contacto con el diario Clarín.

Ante el impedimento que tienen algunas empresas de otras compras externas por escasez de divisas, Uccelli se preguntó: "¿Cómo hacen los importadores de carne de cerdo para tener dólares para importar?, al tiempo que consideró que “esto es un negocio para pocos".

Y fue más allá: "¿Alguien sabe a qué precio ingresan y a qué precio revenden estas empresas? ¿Qué diferencia están haciendo? ¿Pagan impuesto a las ganancias?", interpeló. Según Uccelli, las principales importadoras de cerdo no son frigoríficos sino traders que compran la carne brasilera, la dejan en un depósito de frío durante quince días y luego la venden a carnicerías o supermercados sin industrializar ni aportar valor agregado ni generar empleo a nivel local. “Es lo más parecido a una mesa de dinero pero con carne de cerdo”, sostuvo.

Por otra parte cuestionó: "No se entiende, si tenemos pocos dólares en la Argentina y tenemos que importar, importemos ruedas para maquinaria para producir, exportar y generar divisas. Estás frenando eso pero por otro lado estás jodiendo al productor. Eso es pegarse un tiro en el medio de las piernas, es muy estúpido eso", señaló.

Mercado interno

El consumo de carne de cerdo viene creciendo lentamente y se ubica en buena posición relativa frente a la vacuna y la de pollo. De acuerdo a Uccelli, las compras al país vecino tampoco se sustentan en una falta de oferta. “Si faltara carne a nivel local, el precio se dispararía y eso no ocurre con la carne de cerdo, acá el cerdo está igual, a los productores les pagan lo mismo y les dicen que no les manden la carga porque se abastecen con la carne brasilera”, contó el consultor. De esta manera, afirmó, la entrada de esa carne barata solo perjudicó al productor porcino nacional.

Este año, en Argentina, se estima que se producirán casi 900.000 toneladas de carne de cerdo, unas 70.000 a 80.000 mensuales. Actualmente, el productor recibe de $160 a $190 por kilo de cerdo vivo (más IVA), un valor menor al del pollo que se ubica en $225. “Nunca se había dado que el precio vivo del pollo estuviera por encima y tanto, del cerdo, eso te demuestra que el precio del cerdo está planchado y alguien está haciendo demasiada diferencia en el negocio”, advirtió el ingeniero.

"Si no entrara la importación, Roberto Feletti (secretario de Comercio Interior) se podría quedar tranquilo que el precio del cerdo no subiría, solo subiría el precio que le pagan a los productores, que invertirían más y aumentarían la producción", aseguró.

Desde diciembre hasta abril, el precio del cerdo se mantuvo prácticamente igual, registrando solo un aumento del 5% en abril. “La ironía es que el cerdo aumentó en un año un 50% pero los cortes al público aumentaron un 70% y esos es porque acompaña el incremento del precio de la carne vacuna”, detalló el consultor.

Si no ingresara la carne de Brasil, "se le pagaría un mejor precio al productor, este invertiría más, aumentaría más rápido la producción para abastecer el mercado local, se daría valor agregado a nuestros granos, se generaría mano de obra y por otro lado, no subiría el precio al público", remarcó Uccelli. Y, ante la caída del consumo de carne vacuna, se preguntó: "¿Qué mejor solución para el Gobierno que reemplazarla con carne más barata como la de cerdo?.

"Hoy aportamos 20 kilos de consumo de carne, somos parte de la solución, somos carnes complementarias con la de vaca y el pollo, y somos la mejor solución para el futuro", afirmó Uccelli.

Asimismo, aclaró que no apunta a "que se cierren mercados".