Las diferencias económicas entre Argentina y Chile en relación con los casinos con dinero real

Pocas realidades en el siglo XXI son tan contrastantes como las de las economías de Argentina y Chile. Chile, que históricamente se ha consolidado como uno de los mayores exportadores de cobre en el mundo, cuenta con una de las economías más estables de todo el continente. Argentina, por su parte, se ha visto ceñida en la inflación desde hace décadas.

La realidad de cada país no solo se ve reflejada en el poder de consumo de sus habitantes, sino que afecta la forma en la que se percibe el entretenimiento. Incluso en países vecinos, con culturas distintas pero más similares que las de otras naciones de la región, el entretenimiento se ve claramente afectado por las respectivas capacidades de consumo de sus habitantes.

Dos economías, dos realidades

En Argentina, el PIB per cápita a finales de 2025 se estima que está sobre los $13,000 USD; en Chile, el PIB se estima que está alrededor de los $16,700 USD, según el Banco Mundial. Aunque la inflación ha bajado en Argentina y parece que cerrará 2025 en 28%, el poder de compra sigue siendo bajo; Chile, por su parte, proyecta una inflación de tan solo 3% para 2026. 

Dada la situación económica de Argentina, el porcentaje de habitantes que está capacitado para invertir grandes sumas de sus ingresos en actividades de ocio está limitado a los sectores medios y altos. Sin embargo, hay quienes no pertenecen a estos estratos, pero que perciben el juego como un “escape” de la pobreza, quienes también apuestan, pero no por entretenimiento.

Chile, en cambio, con una economía más estable, la inversión de dinero en actividades de ocio y entretenimiento es mayor; por eso hay tantas personas apostando en casinos dinero real. Incluso quienes perciben un ingreso mínimo participan en actividades de ocio, sea con algo de dinero sobrante o apoyándose en el sistema crediticio. 

Los casinos en ambos países

Más allá de las situaciones económicas de ambos países, los casinos juegan un rol clave en el entretenimiento de los argentinos. En Argentina, la situación es distinta a la de Chile: los casinos y su legalidad varían según la provincia. No hay una entidad que regule a todos los sitios de apuestas, sino que son supervisados por las “Loterías” de cada provincia.

En Chile, los casinos físicos han estado debidamente regulados desde 2005, pagan impuestos claros y cuentan con una clientela establecida e ingresos previsibles. Están regulados por la Superintendencia de Casinos de Juego, la entidad encargada de supervisar y autorizar a los casinos de todo el país.

Argentina tiene una gran ventaja: tanto los casinos online como los casinos físicos están regulados y los jugadores tienen un mayor margen de protección que en Chile.

El poderío de los casinos en línea en Argentina y Chile

El proyecto de ley Boletín 14.838-0 ingresó al Congreso chileno en marzo de 2022 y busca crear un marco para regular y gravar las plataformas de apuestas en línea, pero todavía no se ha logrado consolidar, así que los casinos online operan desde el extranjero y no pagan impuestos en el país.

Argentina deja un panorama más claro y seguro a sus jugadores, ofreciendo casinos en línea regulados que operan en el país y garantizan la promoción del juego responsable.

Actualmente, en Chile se invierte más dinero per cápita en casinos y sitios de apuestas online. 

Los casinos, tanto físicos como digitales, un reflejo de la economía

Aunque la popularidad de los casinos a nivel cultural afecta la frecuencia y el número de visitantes de estos establecimientos, los sitios de apuestas físicos y online son un reflejo de la economía de los países. Mientras más dinero fluye y más personas tienen acceso a dinero que no tienen que utilizar en sobrevivir, más probabilidades hay de que se utilice parte de ese dinero en actividades de ocio como las apuestas.

Por eso, aunque Argentina es un mercado regulado y ha sido pionero en las leyes de apuestas online en la región, el mercado chileno sigue moviendo más dinero, aunque sus portales operen a nivel internacional y sin regulaciones tan claras como las de Argentina. Si los sueldos aumentan a mayor velocidad que la inflación, el mercado argentino podría pasar a ser uno de los más importantes de la región en los próximos años, quizá destronando a México y a Brasil.