Mejor equipamiento, el otro beneficio de la nueva fórmula

Los cambios en el impuesto interno de los autos otorgaron una importante ventaja a aquellos fabricados en el país. De hecho se calcula que aquellos más costosos nacionales sólo subirán 43%, mientras que los que vengan del exterior tendrán un aumento nominal del 50% y efectivo del 100%. Pero además permitirán ofrecer versiones más equipadas.

El retoque impositivo no sólo le dan más oxígeno a las terminales para actualizar los valores sin riesgos de caer dentro del gravamen, sino también mayor competitividad a nivel precio frente a modelos importados, incluso los que provienen de Brasil. En la práctica, se calcula que quitará presión a 68 versiones nacionales de gama media que estaban por caer en el impuesto, e incluso algunas que sí caían podrían salir de este.

Es el caso de la Mercedes Benz Vito pensada para fabricar en el país. Al pasar a tener un tratamiento preferencial con una alícuota que bajó del 50% al 30%, bajará su precio final y la hará muy atractiva en su segmento.

Un aspecto clave del nuevo esquema es que las terminales podrán volver a ofrecer las gamas más equipadas, muchas de las cuales habían sido discontinuadas por el tributo. Además, si una versión llegara a caer en el impuesto, al ser de fabricación nacional, el impacto a nivel precios sería de apenas 11%, frente a una disparada en los valores del 43% que sufriría la competencia importada.

Este es el caso del Citroën C4 Lounge, lanzado a fines de 2013 y que pocos meses después fue alcanzado por el gravamen. Esto hizo que las versiones tope de gama quedaran con precios por encima de los $350.000, lo que impulsó a la compañía a dejar de ofrecer las versiones más equipadas. Con la modificación del tributo, es de esperar que la marca amplíe el catálogo y vuelva a ofrecer los C4 con mayor confort.

Algo similar ocurre con el Renault Fluence. Se espera que la marca del rombo ahora complete su oferta con versiones más equipadas que hasta el momento no estaban disponibles por ser poco competitivas con el impuesto. La idea que barajan es comercializar el Fluence GT, la versión deportiva y que fuera discontinuada.

Del Focus ya se conoció el nuevo precio de su tercera generación: va desde los $239 mil hasta los $370 mil, este último en su versión Titanium bajó $28 mil. Peugeot todavía no informó sobre el 308 y el 408, pero se espera un restyling de ambos y nuevos valores.

Otro de los segmentos que podrá tomar aire es el de las SUV chicas. En este caso, el predominio es casi exclusivo de los modelos brasileños, dado que los grandes protagonistas del mercado son clásicos como la Ford EcoSport o la Renault Duster. Pero también hay lugar para los mexicanos, como la Chevrolet Tracker. La falta de actualización del impuesto llevó a la ausencia de versiones en los concesionarios.

El "impuestazo light" pone en una posición de ventaja a la nueva Honda HR-V, la primera SUV compacta que se fabrica en la Argentina. Ahora, con el nuevo tributo sobre la mesa, la compañía pudo comunicar sus precios, que van de los $300.000 a los $417.000.

Dentro del segmento de las SUV medianas, se destaca el caso de la SW4 de Toyota, producida por la japonesa en Campana. Hasta antes de la modificación, la versión tope de gama superaba el millón de pesos. Sin embargo, tras el cambio, este mismo vehículo pasó a costar $838.400. Estos $170.000 de diferencia podrían darle algo de ventaja frente a otros modelos importados del segmento premium.