Soja: Agricultura vuelve a la carga con el análisis de calidad obligatoria

El Ministerio de Agricultura de la Nación quiere que en 60 días se esté analizando de manera obligatoria la calidad de los granos de la cosecha argentina.

Ese fue el dato sobresaliente que dejó la reunión de ayer en la Bolsa de Comercio de Santa Fe de las autoridades de todas las Cámaras Arbitrales de Cereales del país.

En rigor, desde hace unos meses está vigente la resolución oficial que obliga a que se analice la calidad de los granos que trae cada camión que llega a un puerto o planta (aceitera, molino, feedlot, avícola, ect), pero en la práctica nadie la cumple y el gobierno tampoco lo castiga.

Según la información que se tiró ayer sobre la mesa, la idea de Agricultura es retomar en dos semanas las reuniones con las partes para ir acomodando los puntos de la operatoria en los que hay críticas y en los que faltan definiciones con miras a poder ponerla en marcha en un plazo de entre 45 y 60 días, máximo.

En la cadena comercial sigue el debate sobre la factibilidad de aplicar una exigencia tal, tanto por el lado de la logística que se necesita como del costo extra que supone.

Por el lado de los compradores, aseguran que no tiene sentido el esfuerzo logístico de analizar cada camión y también ven con recelo que, en la práctica, sea un primer paso para que luego haya presión para que abonen un extra por calidad. Los vendedores, por su parte, dicen que no quieren afrontar costos extras, más aún porque aceiteros y exportadores ya avisaron que no pagarán un peso.

Desde el sector privado se ensayan propuestas alternativas como que se haga un muestreo representativo y no que se analice la totalidad (por ejemplo un camión cada cuatro que llega, o un camión por lote). También se debate que la muestra se tome en fase primaria (cuando llega a acopio y cooperativa), pero en esos casos de reducción de volumen a analizar se caería la propuesta de algunas Cámaras de bajar entre un 30 y un 50 por ciento el costo del análisis ya que no sería tanta la cantidad extra de muestras que estudiarían.

Si bien desde el gobierno abrirán el juego a la cadena comercial para buscar salidas consensuadas -y en cierta medida vienen avalando que los granos no se estén analizando- hay entre funcionarios de Agricultura alguna molestia con el sector porque deliberadamente y desde el vamos todos desconocieron la aplicación de una resolución vigente que es obligatoria.

En la reunión de ayer, según pudo saber punto biz, las Cámaras (con sus matices territoriales) compartieron los números en rojo de sus últimos balances y proyectaron preocupantes estimaciones de pérdidas para este año principalmente por la caída del volumen de granos analizados. Y quedó claro que -más allá de los costos que suben por la inflación, como el laboral- la decisión conjunta de los exportadores de dejar de pagar calidad por el maíz desde el año pasado fue un golpe muy fuerte a las entidades porque hizo bajar mucho el envío de muestras. También, por lo bajo, hubo reproches a los productores que en principio apoyaban la obligatoriedad del análisis de todos los granos (que supondría un fuerte oxígeno financiero para las Cámaras) pero luego, cuando saltó el tema de los costos, se dieron vuelta y le quitaron apoyo. Además, se discutió sobre la necesidad de dar batalla en el tema costos y de salir a mostrarle a los productores que no se trata de un alto gasto por afrontar, más aún con los descuentos prometidos.