Novio rosarino de Xipolitakis jura que no tiene nada que ver con el negocio narco

Luego del escándalo que protagonizó la vedette Victoria Xipolitakis cuando dos pilotos de Austral la dejaron entrar a la cabina del avión para hacer despegar y aterrizar el avión, su novio rosarino Leandro Pérez pasó a ocupar el centro de la escena, investigado por la Unidad de Investigaciones Financieras (UIF) por lavado de activos presuntamente procedentes del tráfico de drogas y otras actividades ilícitas.

El empresario, dueño de la concesionaria Reina Automotores, salió a hablar públicamente en los medios para tratar de aclarar su situación judicial y responder las versiones que lo vinculan con Luis Medina y Germán Tobo, asesinados en presuntas venganzas narcos.“Todo esto explota por Victoria”, dijo en declaraciones a Radio 2 y desmintió los rumores que lo relacionan al presunto narco asesinado Luis Medina y reveló que se presentará a la Justicia con su abogado Carlos Varela.

Leandro “Lelo” Pérez, titular de Reina Automotores, que comercializaba autos de alta gama en Oroño 2742, figura en la causa judicial que la Unidad de Investigación Financiera (UIF) y la Procuraduría contra el lavado de Activos (Procelac) presentaron en la justicia federal rosarina con el objetivo de recabar información sobre la actividad de tres grupos narcos rosarinos: Los Monos, David Delfín Zacarías y Medina.

Pérez reconoció ser dueño de la concesionaria - una de las cuatro firmas denunciadas por la UIF junto a Lume, Yazmín y Argon SA – pero desmintió que su negocio “haya servido para otra cosa que no sea la venta de autos”. En diálogo con el LT8, el empresario aseguró que a Medina apenas lo vio dos veces en su vida, una de ellas para venderle un coche. Pero aclaró que un ex empleado suyo, Germán Tobo –asesinado también en septiembre de 2014–, trabajó con él.

Además, Pérez, también aparece en otra sociedad sospechosa, integrada por tres personas, una de las cuales cumple prisión por contrabando de cocaína. Se trata de Gustavo Spadoni, acusado y detenido en el marco de la causa Peras Blancas, que reveló una operación que pretendía cruzar a Portugal más de una tonelada de droga camuflada en esa fruta.

“Spadoni era mi amigo, no mi socio”, afirmó y contó que una vez intentaron formar una empresa de venta de repuestos con otro amigo, Repuestos Exclusivos SRL, pero el negocio no prosperó porque a poco de empezar, un representante de marca se retiró.

En cuanto a los Cantero, el clan narco de Las Flores, Pérez negó haberles vendido un coche y advirtió que este negocio, a su entender, no se presta con facilidad para ese tipo de transacciones.