Lifschitz piensa hacer profundos cambios en la EPE

“Vamos a cambiar la impronta que tiene la EPE que trata los inversores privados como si fueran una molestia”. La frase, contundente, es del gobernador electo Miguel Lifschitz y se la dijo a punto biz el viernes pasado en el marco de una extensa entrevista exclusiva con este medio en el que adelanta los puntos centrales de su plan económico para Santa Fe.

“Hay que cambiar los procedimientos y modernizar los reglamentos internos. Hay que ser más pro-activo. No puede ser que a alguien que viene a invertir $5 M para levantar una fábrica o mudarse a un parque industrial venga la EPE y le pida $3 M para hacer la extensión de la red. La EPE tiene que ser más socia de los proyectos de inversión y no una carga. Hay mucha rigidez, hay que revisar las exigencias y buscar fórmulas que hagan compartir esfuerzos”, sostiene el gobernador, quien cuenta que durante sus recorrida de campaña ese fue un reclamo unánime que escuchó de empresarios de toda Santa Fe.

“Nadie puede negar que la EPE mejoró mucho su nivel de prestación de servicios a fuerza de un fuerte aumento de sus inversiones. Y es por eso que se redujo la cantidad de cortes de luz en verano pese a que la demanda aumenta año a año de manera exponencial. Pero hay que hacer cambios muy importantes en la EPE. Y cuando asumamos vamos a encarar esos cambios de fondo en la forma en que se conduce internamente porque hay cosas que no pueden seguir así”, agrega Lifschitz.

Según sostiene el gobernador electo, el problema con la EPE es que “es una empresa que mira hacia adentro en vez de mirar hacia afuera”. Es más, señala que “hay que repensar su estructura como empresa pública porque siempre fue una empresa alambrada por la línea gerencial y el gremio, entonces pasan los gobiernos y son siempre los mismos los que la manejan y dictan sus reglamentos internos”.

Y si bien dejó en manos de la Legislatura, que a partir del 10 de diciembre tendrá la Cámara de Diputados bajo dominio del Frente Progresista, el empuje por cambios de fondo, como la creación de un organismo de control con participación de usuarios, señaló que desde el Poder Ejecutivo “habrá compromiso en convertirla en una empresa más social, más abierta a los usuarios, por ejemplo teniendo un mejor nivel de respuesta en el tiempo y en los montos que se pagan por compensaciones  y, sobre todo, más participativa en el desarrollo económico de la provincia como socia de los proyectos de inversión”.

El gobernador electo tiene desafío importante ya que reformar procesos internos en una empresa como la EPE acostumbrada a un alto grado de independencia. Pero la decisión de encararlos que muestra Lifschtiz no sólo es la respuesta a los reclamos de usuarios y empresarios que detectó (y que en punto biz llenaron ediciones ya que la EPE no aporta dinero para los nuevos tendidos, demora en ejecutar las obras y pese a que se le dona toda la infraestructura no devuelve nada en concepto de uso de energía)  y de lo que escuchó de funcionarios provinciales que han tenido que batallar muchos con la empresa para ablandar sus criterios (como es el caso de la Secretaría de Hábitat) sino que también incorpora una problemática que viene haciendo notar el radicalismo desde el Concejo de Rosario, un gesto político de este nuevo momento de mayor integración que tiene el Frente Progresista.