Geminelli: "Estoy al pie del cañon, vamos a resurgir"

“Estoy al pie del cañón, vamos a resurgir desde las cenizas”, clama del otro lado del teléfono Edgardo Geminelli, titular de la industria plástica destruida por un incendio el sábado pasado. Habla desde su oficina “de campaña”, el comedor de la casa de su hija Yamila, y rodeado por su equipo de emergencia,  que colabora en la tarea de tender puentes con proveedores, clientes, colegas, bancos y gobiernos. 

El nivel de destrucción de la empresa fue inmenso: más de 80 equipos afectados a la producción quedaron fuera de combate y la magnitud global de las pérdidas -que Geminelli prefiere no precisar- suman “varias decenas de millones de dólares”. El  esfuerzo de toda una vida y de 400 trabajadores recibió una estocada profunda, pero el industrial, lejos de abatirse, rebosa de optimismo. Revisa los activos que sobrevivieron a la catástrofe, agradece la red de solidaridades recibidas por estos días y fija el primer desafìo: “En quince días vamos a estar de nuevo produciendo”.

El punto de partida para arrancar está dada por un galpón sobre calle Matienzo al 2100 de Rosario que tiene 3.000 m2 y albergó a la empresa hasta 2002 y una inyectora cero kilómetro que aún no había ingresado a producción y por eso se salvó de las llamas. Claro que no es cuestión de apretar un botón. “Hay un puente grúa disponible, pero las instalaciones están desactivadas, necesitamos que la EPE baje la energía y el gobierno provincial comprometió su ayuda”, detalla Geminelli.

Una nave de 9.000 m2 que estaba afectada a depósito también será afectada a la producción, aunque en principio se utilizará para poner a punto las matrices, que si bien fueron afectadas por el incendio pueden recuperarse. Aquí también tiene que intervenir la EPE con cableado y suministro eléctrico.

Para recuperar la actividad plena se necesitarán una decena de inyectoras, aunque habrá que esperar al menos 90 días para que llegue la primera de ellas. “El gobierno nacional prometió una autorización exprés para la importación de equipos, mientras tanto arreglaremos con industrias colegas para tercerizar producción”. 

Geminelli se conmueve cuando relata todas las ofertas de ayuda que recibió durante la última semana, “desde amigos que llamaron a decir contá con esta plata, un colega industrial que le donó una bomba de combustible”, clientes y proveedores, pero sabe que una partida decisiva se jugará el martes próximo cuando se reúna con los bancos”. El Ministerio de Industria tendió puentes hacia la banca oficial y también estarán una decena de bancos privados. “No pido un subsidio, si un tiempo de gracia en la amortización, porque el flujo de ingresos se irá recomponiendo de a poco. Es el empujón inicial que necesitamos para arrancar, por medio de leasing o crédito. También necesitamos que ese crédito llegue rápido, que sea de trámite extraordinario, necesitamos un 10% para que la maquinaria se pueda efectuar una seña”. 

Para el sustento de los trabajadores ya llegaron compromisos de planes Repro del gobierno nacional ($2.000 por empleado) más un adicional de $ 900 para quienes tengan hijos de menos de 24 años y otro aporte de $ 1.400 de la Provincia, que Geminelli confía que se incrementará. más prestaciones de salud. “Claro que no alcanza, pero eso está”, reflexiona el industrial. El paquete de asistencia oficial también incluye un tratamiento diferencial de la Afip para los vencimientos que ya empezó a ser gestionado.