A más de uno le levantarán la mano en la primaria por la Casa Gris

La elección primaria del domingo puede dejar como particularidad que haya más de un ganador en la misma categoría. Ocurre que es posible leer el resultado dentro de la propia interna o en forma transversal  entre todos los partidos, y evaluar candidatos en sus registros de votos individuales o a través de la suma de las distintas listas de una misma agrupación, aunque la experiencia diga que no hay traslación automática de votos para el segundo round electoral, que tiene turno para el 14 de junio.

Como ocurre en estos casos las encuestas arrojan distintos resultados, pero en general coincide que en la candidatura a gobernador la pelea para saber quién fue el precandidato más votado se dirimirá entre el macrista Miguel Del Sel y el socialista Miguel Lifschitz. Del Sel arrancó la contienda electoral mejor posicionado, pero el oficialismo, con el gobernador Antonio Bonfatti a la cabeza y todo el aparato que brinda el Estado, le puso el hombro a la campaña. Nada nuevo para la política santafesina, fue lo mismo que en 2011 protagonizó Hermes Binner para ungir de votos al actual gobernador.

Hasta dónde creció Lifschitz es un tema que está por verse. Del Sel eligió el cara a cara en el rastrillaje del voto y se mostró poco. De él toda la sociedad supo por el incómodo video que lo metió en medio de una gran polémica y luego por una serie de entrevistas “amigables”. Lifschitz hizo actos por todo Santa Fe y trató de mostrar, con proyectos y equipos, que es el candidato mejor preparado para la Casa Gris.

Si logra sostener la primacía que en la mayor parte de la etapa previa mostraron las encuestas, Del Sel será un gran ganador y Mauricio Macri estará a su lado para levantarle la mano. Aunque ello ocurra, en el bunker socialista también habrá celebración, porque el Frente Progresista sumará los votos de Lifschitz a los del radical Omar Barletta para declararse ganador. Las encuestas reflejan una relación de dos a uno entre estos dos candidatos, y aunque será un desafío para junio sumar todos los votos del espacio, alcanzará para acreditar el triunfo electoral en esta instancia. Ni que hablar si Lifschitz fuera el más votado, alli la fiesta sería total.

En el caso del rafaelino Omar Perotti, el candidato del Frente Santa Fe para la Victoria, la cuota de alegría o decepción vendrá por otro lado. El peronismo fue el último de los tres grandes agrupamientos en definir candidaturas, en un proceso que se complicó cuando fracasaron las tratativas con María Eugenia Bielsa, quien por entonces estaba posicionada como candidata natural. El propio Perotti admite que por la tardanza en arrancar aspira a ir de menos a más en los dos capítulos electorales. Un resultado que lo posicione por encima del 22% que consiguió Agustín Rossi en 2011 y no lo deje muy lejos de sus contendientes ya daría para cantar “deber cumplido”. Para conseguirlo necesitaría que la mejor imagen de Cristina Kirchner en el último mes tenga un efecto derrame en la geografía de la bota.

Si de festejos de trata, quienes más difíciles las tienen son los candidatos del Frente Renovador, Cachi Martínez y Eduardo Buzzi, que no han logrado encandilar al electorado y entre ambos ni siquiera sumarían dos dígitos. Un reflejo de esta situación es que el líder del espacio ni pasó en el cierre de campaña por Santa Fe, y reservó pasajes hacia Mendoza para el domingo, donde la oposición al kirchnerismo juega sobre seguro.