¿Por qué hay pymes que pueden exportar y otras que no?

Para poder exportar las pymes rosarinas deben privilegiar la inversión en investigación y desarrollo (I+D), la realización de mejoras y el nivel de calificación de los trabajadores.

Estas son algunas de las conclusiones del trabajo titulado “Comportamiento innovador de las pymes exportadoras de Rosario”, realizado por Paula Báscolo, Alicia Castagna y María Lidia Woelflin, integrantes del Instituto de Investigaciones Económicas, de la Facultad de Ciencias Económicas de la UNR. El relevamiento se basó en el estudio de 939 empresas manufactureras de Rosario, y buscó probar la relación entre la probabilidad de exportar y el comportamiento innovador de las firmas industriales.

Las pymes rosarinas exportadoras representaban (de acuerdo al último relevamiento provincial) el 12,4% del total, siendo las ramas con mayor presencia exportadora la de Fabricación de maquinaria y equipos (28,4%); instrumentos médicos, ópticos y de precisión (26,3%); maquinaria de oficina, contabilidad e informática (25%); maquinaria y aparatos eléctricos (21,4%); equipo de transporte (20%); vehículos automotores, remolques y semirremolques (19%); sustancias y productos químicos (15,4%).

La mayor proporción de exportadoras pertenecen a sectores de media y alta intensidad tecnológica, las que tienen un 10,5% más chances de exportar que las de intensidad tecnológica baja. A la hora de medir el comportamiento innovador , aparece el dato de que aquellas que invierten en I+D tienen un 7% más de posibilidades de exportar, algo que no siembre logran con otros desembolsos. “Los esfuerzos de la firma en inversión en investigación y desarrollo resultan ser relevantes en la determinación de su condición de ser exportadora, no dándose el mismo resultado con los esfuerzos realizados en adquisición de maquinaria y equipo, y en procesos”, destaca el informe.

Sin embargo no son muchas las pymes que invierten en este segmento: sólo el 8%, un número similar invirtió en procesos (9%), en cambio un 55% apostó por la compra de maquinaria y equipos. Por otro lado, realizar al menos cuatro mejoras ya sea en los productos, procesos, organización, medio ambiente o vínculo con el mercado, agrega un 8% de posibilidades de exportar.

Además, el estudio muestra que aquellas empresas que cuentan con alta proporción de trabajadores calificados y que realizan actividades para contribuir al proceso de aprendizaje de sus empleados aumentan sus probabilidades de exportar.

Otro dato llamativo es que la adecuación a las normas ISO lejos están de ser la lleve para vender exterior: sólo el 28% de las que exportaron lo hicieron. “No hay una relación significativa entre los esfuerzos realizados en la inversión en maquinaria y equipos, en procesos y en la implementación de normas de calidad ISO con la probabilidad de ser una firma exportadora”, dice el trabajo. ¿Qué pasa con los vínculos institucionales? “Tampoco aportan variables significativas”, apunta, por lo menos, a la hora de exportar.

En este sentido, el 25% de las pymes se vinculó con consultores, centros tecnológicos y universidades, cifra que trepa a un 41% entre las exportadoras, y sólo el 23% se vinculó y no exportó. La vinculación con clientes y proveedores no aportó algo diferencial ya que es idéntico (32%) el porcentaje de empresas que se vinculó y exportó respecto al que también se relacionó pero no vendió afuera. En cuanto a la pertenencia a una cámara empresarial la misma no influye en la posibilidad de exportar.