Cómo encara el municipio las concesiones en un año de vacas flacas

Los informes del Tribunal de Cuentas Municipal y las denuncias de la oposición sobre supuestas irregularidades, obligaron al municipio a efectuar una reestructuración en el régimen de concesiones, empezando por la hasta entonces directora -Hilda Gontín- y la asunción de Roberto Bruera. De perfil más político que técnico -fue concejal-, el hombre del Partido Demócrata Progresista cumple cinco meses en su nuevo cargo y cuenta a Punto Biz cómo se encara la gestión de un área tan relevante -aporta $6 M sólo en concepto de canon- en un año de vacas flacas, qué cambios impuso la comisión investigadora, cuáles son los proyectos en marcha y los que se vienen.

¿Se encontró con muchas irregularidades en la Dirección cuando asumió?

La comisión investigadora hizo un estudio muy puntilloso de todas las concesiones y concluyó con una serie de recomendaciones administrativas que si bien sirven para mejorar la gestión, en la práctica son menores. Sus conclusiones sirvieron para poner fin a esta discusión.

¿Cuál fue la principal recomendación de la comisión invetigadora?

La de pedirle a un organismo técnico como la Facultad de Ciencias Económicas el análisis de las futuras concesiones. Desde fines del año pasado, antes de empezar el proceso licitatorio de un espacio público, consultamos a la Facultad para que dictamine sobre el monto inversión, y en función de eso cuál sería el plazo de concesión conveniente y qué correspondería en función de canon. Como esta información es aportada por un ente externo, quita toda sospecha de arbitrariedad. Las concesiones crecieron en cantidad y complejidad, por eso un control externo resulta interesante.

Precisamente, un reproche de la oposición era el bajo monto del canon que se cobraba a los adjudicatarios.

Es que el canon es solamente una parte, hay que tener una visión global. Hay que considerar la inversión que hace el privado, que muchas veces es muy grande, y el momento en que la hace. Porque hubo momentos muy buenos de la economía y otros como los de 2001, cuando era difícil traer una inversión. También hay que considerar el costo de manteniemiento del espacio público que queda a cargo del privado y del servicio que presta. Después están los beneficios secundarios, como generación de empleo, y más atractivos para los turistas. Mirar el canon solamente es no entender lo que es una concesión de espacio público.

¿Cuánto aportan hoy las concesiones?

Sólo de canon casi $6 M anuales, un ingreso importante. Además, estos espacios pagan impuestos provinciales, nacionales y Drei, y la inversión que hacen después queda para la ciudad.

¿Este año hubo que bajar pretensiones al estar la economía más complicada?

No cambiaremos la esencia de los proyectos, pero hay que considerar que si uno exige mucho en un año complicado está haciendo fracasar el proyecto. En el Patio de la Madera no pudimos avanzar en pedir obras más grandes porque vimos que el año arrancó difícil, con una devaluación que impactó y retrajo la inversión. Pero en general, esta nueva realidad no nos obligó a cambiar nuestra política ni proyectos en marcha y sólo tomamos previsiones como la del Patio de la Madera.

¿En qué estado se encuentran las licitaciones de concesiones en marcha? VER NOTA RELACIONADA