Levantan nueva planta para fabricar cerveza artesanal

Ubicada en el barrio Barranquitas, al oeste de la capital santafesina se emplaza la nueva fábrica de cerveza artesanal Okcidenta. Con la ayuda de capitales extranjeros y del gobierno local la construcción de las nuevas instalaciones se pudo concretar luego de dos años de trabajo intenso. Quienes están al frente de la firma aseguran ya tener su producto inserto en el mercado y tienen pensado llegar a puntos estratégicos del país como Rosario y Buenos Aires.

Los impulsores de Okcidenta Marcelo Gil y un grupo de amigos, empezaron hace mucho tiempo elaborando cerveza artesanal en una casa particular, pero con los años aquel hobbie se fue profesionalizando. Viajaron, estudiaron, crecieron y se consolidaron como equipo. El recorrido tubo sus idas y venidas pero gracias al esfuerzo pudieron concretar su anhelo hoy materializado en una planta propia que elabora miles de litros diarios. 

Carancho, American Pale Ale; Viejo Zorro, Amber Ale; 449 IPA, Indian Pale Ale; y RE, Russian Imperial Stout, son los cuatro estilos que al momento produce y comercializa la marca que construye futuro.

“Con mi socio y con mi papá, que me acompaña, estamos siempre tratando de sacar cervezas especiales. Nos interesamos mucho por los estilos y queremos compartirlos con los consumidores”, expresó Marcelo, asegurando luego que en viajar y estudiar están las claves “para ofrecer nuevos sabores a los clientes”.

La expectativa para ellos, de ahora en más, es tratar de conquistar otros mercados. “Estuvimos recorriendo Rosario y Buenos Aires, donde hicimos degustaciones de nuestros productos con muy buena aceptación”. En sintonía con este deseo, pretenden “poder dar trabajo”.

Los productores además son miembros fundadores de la joven Cámara de Cerveceros Santafesinos e integran el Clúster de la Cerveza a partir de una invitación realizada por el subsecretario del Industria del Gobierno de Santa Fe, Julio Tealdo. “Él fue una persona que nos ayudó mucho a nosotros. Hubo momentos en que estábamos un poco desanimados y fuimos a golpear las puertas del municipio y nos dieron una mano muy grande. Fue en un momento ideal porque estábamos desmotivados”, recuerda Gil.

Ahora son parte de una movida que en Santa Fe no para de crecer. En una ciudad donde la cerveza es parte de la idiosincrasia del lugar y su historia se remonta a la época de los inmigrantes que con buen ojo descubrieron la calidad distintiva en el agua de la zona.

“Yo siempre digo que este es el comienzo de un trabajo de varios años. Ahora es una moda que se está dando y recién está empezando acá, que va a tener trabajo para muchos años”, explica Gil.