Metalúrgica se concursó, ahora el trabajo repuntó y promete "levantar el muerto"

Complicada como tantas otras industrias del rubro metalúrgico por la merma en el encargue de nuevos trabajos durante 2015 y 2016, la empresa Marano Vicentino SRL con planta en zona sur y una veintena de empleados no le quedó otra que pedir en concurso preventivo de acreedores. Pero  a criterio de los representantes de la propia firma la realidad ha empezado a cambiar, porque este año repuntó la actividad y con el pasivo a afrontar ya calculado, exponen optimismo para liquidar la deuda.

La convocatoria de acreedores se abrió el 10 de octubre de 2016. Desde la asesoría letrada de la firma que tiene su planta en calle 2108 al 6300 (altura Battle y Ordonez 3800) mencionaron a Punto biz sobre “causas financieras” como las que perjudicaron las arcas de la compañía, después de un 2013 y 2014 de expansión y crecimiento.

El expediente está tramitado en el Juzgado de Primera Instancia en lo Civil y Comercial de la 10° Nominación de Rosario, a cargo del juez Eduardo Oroño y a esta altura con el período de verificación de crédito finalizado, ya está calculado el pasivo que los socios de Marano Vicentino deben afrontar.

La base de deudores del Banco Central grafica que la metalúrgica tiene por delante levantar 98 cheques rechazados sin fondos por un valor de $ 667.264 entregados de mayo a octubre de 2016, más $ 870.000 de rojo en tres bancos.

Desde el estudio jurídico que patrocina a la firma aseguran que la realidad desde enero al presente cambió. La firma logró cerrar varios presupuestos y “con tiempo y con trabajo está en condiciones de cumplir con los compromisos que le exige la refinanciación de las deudas avalada por la justicia”.

Marano Vicentino SRL nació en 1962 y fue  fundada por Don Giovanni Battista Buzzolan. La familia del creador sigue formando parte del emprendimiento que supo contar con más de 50 trabajadores, aunque el plantel en los últimos años de achicó. La firma está especializada en la fabricación y elaboración de piezas metálicas pesadas y semipesadas. Desde hornos para panaderías, hasta maquinaria agrícola, pasando por módulos habitaciones y transformadores de energía, forman parte del diversificado portfolio de la compañía que tiene una planta de 3.000 m2 cubiertos.