Trajo de Brasil la receta para subirle la temperatura a un negocio helado

La cabeza de un emprendedor nato no se toma días libres ni siquiera de vacaciones. Sino, todo lo contrario. Tal es el caso de Juan Pablo Puigredón, que mientras visitaba a unos amigos en el Morro de San Pablo, Brasil, vió la oportunidad de hacer propio un negocio que hoy es tendencia. Se trata de las paletas heladas artesanales, un producto que Juan Pablo se animó a fabricar desde hace un año con planta propia en Carcarañá. Bajo el nombre de Pupa, hoy la firma produce 1000 unidades diarias, cuenta con 40 puntos de ventas y tiene planes de expansión.

“El negocio de las paletas en Brasil lleva unos años y es como que allá llegó a una meseta. Pude comprobarlo porque mis amigos en el Morro lo trabajaban pero desde un lugar muy artesanal. A nosotros en cambio, con mi amigo Claudio de Lorenzo, nos interesó la industria, por eso nos enfocamos en la producción y distribución,  mejoramos las formulas y creamos un producto con ingredientes de primera”, cuenta a punto biz el fundador de Pupa.

Una de las principales diferencias con las marcas de la competencia está en la comercialización de las paletas. Para la empresa de Juan Pablo es prioritario canalizar las ventas a través de alianzas con locales gastronómicos, bodegas, eventos gourmet y hasta dietéticas. Sin contar con locales exclusivos la fábrica elabora diariamente 1000 unidades y tiene presencia en 40 locales de Rosario y la zona. Y desafiando a un consumo estacional, la planta se encuentra en pleno proceso de expansión para afrontar un verano que avizora mayor demanda.

“En breve vamos a aumentar a dos turnos el trabajo en la planta con la idea de duplicar nuestra producción. Lo interesante es que mantenemos el estilo artesanal ya que para elaborarlas necesitamos sí o sí personas y no máquinas”, detalla Puigredón y asegura que reciben consultas de 4 a 5 nuevos clientes por semana y hasta cuentan con interesados de otras provincias.