Empresarios quieren convertir al Aeropuerto en una Sociedad de Estado

El presidente de la Bolsa de Comercio de Rosario, Alberto Padoán, pidió ayer cambios de fondo en la estructura administrativa del Aeropuerto de Rosario. Lo hizo en el marco de su discurso por el acto de remate del primer lote de soja de la campaña, evento al que asistió la intendenta Mónica Fein, el ministro de la Producción de Santa Fe, Luis Contigiani, legisladores provinciales y concejales.

Luego de resaltar favorablemente el fuerte aumento de vuelos y pasajeros  y apoyar las inversiones que se están haciendo (y las que se anunciaron) para poner a tono la infraestrutura de la aeroestación con su creciente actividad, la Bolsa pidió que se encare una reforma administrativa en el organismo.

“Resulta necesario adoptar criterios flexibles con una nueva forma jurídica, como la de una Sociedad de Estado, que le dote de mayor autonomía para fijar tarifas, contratar recursos humanos y establecer relaciones comerciales con proveedores”, pidió el titular de la Bolsa.  “Rosario merece un aeropuerto mejor”, señaló.

Padoán hizo el pedido luego de que la Bolsa concluyera, tras varias reuniones con el titular del Aeropuerto, Matías Galíndez, que el problema de fondo que tuvo la Aeroestación para acomodarse al crecimiento explosivo que tuvo en los últims meses (que derivó en las polémcias por las faltas de algunas obras y que terminó eyectando del cargo anterior presidente) era precisamente la figura administrativa de ente autárquico que lo rige. Es por eso que el pedido de la Bolsa está en clara sintonía con lo que piensan ahora en el directorio del Aeropuerto.

En la actualidad, según ley provincial, el Aeropuerto es un ente autárquico. Por lo tanto debe respetar todos los procedimientos propia de la administración pública, por ejemplo para compras de equipos y movimiento de personal. Su contabilidad, por caso, está auditada por el Tribunal de Cuentas.

Al  ser un ente que ahora tiene una interesante caja de recursos propios, se encuentra con que tiene los fondos para, por ejemplo, encarar obras, pero para cada paso necesita hacer licitaciones tradicionales, un proceso que demora los tiempos de urgencia que exige la operatoria de un aeropuerto. Hasta ahora, en la entidad le habían encontrado la vuetla habilitando muchas compras y contrataciones bajo esquema de “necesidad y urgencia”, pero el Tribunal de Cuentas también se puso firme para frenarlas.

La figura de Sociedad de Estado es similar a la que usa Aguas de Santa Fe, que de esas forma tiene, bajo control provincial, un esquema operativo propio de una empresa privada.  En el caso del Aeropuerto, por ejemplo, si fuera una Sociedad de Estado no habría inconvenientes de contratar a una CEO especializado, como relcaman muchas entidadades empresarias para profesionalizar la gestión, una figura gerencial que no acomoda ahora dentro de los escalafones del personal de la administración.