Cómo elegir el protector solar

Para quienes disfrutan de sus vacaciones en la playa, el cuidado de la piel es fundamental, ya que un sólo día al sol sin la protección adecuada no solamente puede resultar en quemaduras dolorosas sino que también expone al organismo a daños a largo plazo.

Si bien se aconseja usar protector solar todo el año en las áreas expuestas, el verano exige una aplicación más continua y consciente. Sin embargo, es común que se no utilice adecuadamente el protector solar o no que no se ponga atención a zonas especialmente sensibles como orejas, escote, manos y otras áreas muy sensibles.

Ante la amplia variedad de protectores y factores, es necesario tener en cuenta algunos criterios al momento de elegir uno.

Lo principal es el factor FPS, que debe variar entre 15 y 30 para las pieles más oscuras, mientras que las más claras requerirán un factor 30 o mayor. Se debe verificar en la etiqueta del producto que tenga protección contra los rayos UVA (ultravioleta-A) y los UVB (ultravioleta-B).

El nivel de radiación UV -que puede variar de 0 a 11- es un nuevo dato que suele formar parte de los informes meteorológicos. En nuestros veranos la radiación oscila entre los niveles 8 y 11 (alto - muy alto). En estas condiciones, las pieles claras deben utilizar FPS superior a 50, mientras que las oscuras pueden utilizar un factor superior a 30 siempre y cuando el nivel de radiación UV no sea superior a 10.

También es recomendable elegir aquellos protectores libres de PABA (ácido paraaminobenzoico), sin perfumes ni otros ingredientes químicos que puedan resultar nocivos para la piel.

Otra característica que conviene tener en cuenta es que el producto sea hipoalergénico, para prevenir reacciones de la piel.

Hay algunas características adicionales que hacen a la mayor eficiencia del producto. Por ejemplo, está demostrado que los protectores que contienen óxido de zinc u óxido de titanio ofrecen un resultado superior. Lo ideal es que cuenten además con ingredientes que tengan propiedades calmantes como la manzanilla y el aloe vera.

Cabe destacar que ningún protector solar bloquea el 100% de los rayos UV, por lo que es sumamente importante reducir la exposición solar innecesaria en horarios centrales (entre las 10 y las 16 horas). Siempre conviene priorizar la salud de la piel antes que el bronceado, ya que éste es un mecanismo de defensa de la piel ante la agresión de la radiación ultravioleta.

Para que sea efectivo, el protector debe aplicarse 30 o 60 minutos antes de la exposición solar, de forma tal que los ingredientes activos penetren en la piel, y renovarse cada 2 horas y siempre después de sumergirse en el agua o de realizar actividad física.

Finalmente, al momento de exponerse al sol, la indumentaria adecuada (preferentemente de fibras naturales de algodón en colores claros, gorros o sombreros de ala ancha y anteojos oscuros para proteger la sensible zona del contorno de ojos) y la continua ingesta de bebidas naturales para evitar la deshidratación permitirán aprovechar los beneficios de la experiencia al máximo sin arriesgarse.