El lugar donde se sientan los empleados influye en la productividad

Así lo asegura un estudio elaborado por Cornerstone OnDemand e investigadores de la Harvard Business School, quienes concluyeron en que ubicar a los mejores trabajadores próximos entre sí puede generar un beneficio adicional próximo al millón de dólares (en empresas de 2.000 empleados).

Los investigadores entienden que la distancia entre dos empleados afecta de distintas maneras al desempeño de las tareas, ya que la productividad se ve significativamente influida –con resultados tanto negativos como positivos- por el entorno directo. Por ello, la colocación de determinados trabajadores cerca unos de otros puede mejorar el rendimiento de las empresas un 15%, siempre que sean capaces de detectar las fortalezas y debilidades de sus empleados y de ubicarlos estratégicamente de forma que se produzcan intercambios simbióticos de sus habilidades.

Para la implementación de esta técnica hay que tener en cuenta tres categorías diferentes. Por un lado, estarían los perfeccionistas, realizando un trabajo de gran calidad, que les lleva mucho tiempo. Por otro, los trabajadores productivos, capaces de trabajar mucho más rápido aunque con algo menos de calidad. Y por último, los generalistas, una fusión equilibrada entre velocidad y calidad.

El estudio determina que, en general, los empleados productivos son un 38% más rápidos y un 28% más efectivos que los generalistas, pero la calidad de sus trabajos es un 14% inferior. Por el contrario, los trabajadores perfeccionistas son un 33% más lentos y un 17% menos efectivos, pero la calidad de sus trabajos es un 7% superior.

La ubicación ideal es sentar juntos a productivos y perfeccionistas para que se influyan unos a otros. De esta manera, los perfeccionistas mejoran su productividad un 13% y los productivos incrementan un 17% su efectividad. “Los generalistas, al ser de por sí más equilibrados, deberían sentarse juntos para no interferir en esa influencia”, agrega.

De igual modo, advierten de la importancia de alejar a los trabajadores con comportamientos negativos o tóxicos, ya que estos también se extienden, así como de actuar rápido en caso de detectarlos, con el fin de reducir la probabilidad de contagio desde el 150% hasta el 27%.