Para cuidarse y pasarla bien: abren en Rosario un cafetín orgánico con onda palermitana

Desde siempre las cafeterías fueron su inspiración, para reunirse con amigos o para darse una pausa del trajín de la ciudad. Sucede que desde hacía tiempo no encontraba ese sitio especial donde sentirse como en casa y que el café no sea sólo una anécdota. Fue por esto que comenzó a pensar cómo debería ser el bar de sus sueños y tras meses de búsqueda el deseo se cumplió. Con años de oficio gastronómico y nada de improvisación Lucrecia Zabala, una joven emprendedora de 34 años, se animó a ser su propia jefa y a apostar por un concepto innovador. Se trata de Bigba, un café ubicado en la esquina de  Alsina y Catamarca que a poco de cortar cintas ya logró marcar su impronta en el barrio.

Cada detalle está pensado para darle identidad al lugar. La decoración combina objetos de diseño, artesanías, cuadros de Escher y clásicos vintage. La particularidad es que si algún artículo es de interés del cliente lo puede comprar y llevárselo en el momento. En tanto la propuesta gastronómica parte de recetas simples para comer en el lugar o al paso. Eso sí, no hay gaseosas pero abundan las frutas de estación. Se destacan los jugos naturales elaborados en el momento y las delicatessen gourmet en versiones dulces y saladas. El postre: gelatina de Gin Tonic.

“Quería dejar de trabajar en relación de dependencia y tras años de ver el error ajeno me animé a ir por algo que considero una tendencia. Bigba, tiene todo lo que me gusta. Es una esquina con una vista imperdible a un pulmón verde que pese a no estar en el circuito tradicional cuenta con mucho flujo de gente y la aceptación del barrio fue inmediata”, detalla Lucrecia a punto biz.

El espacio está capitalizado con mesas y bancos funcionales que en cuento el tiempo acompañe se extenderán hasta la vereda. Al igual que el servicio que por el momento funciona de 8 a 20, con la posibilidad más adelante de cubrir también el horario de la cena.

Otra de las características que hace de Bigba un paraje único es su política 2.0. Según su dueña prefiere mantenerse al margen de las redes sociales para cultivar el misterio y lograr que la gente se acerque a conocerlo en persona. Su mejor estrategia de marketing será el boca en boca y a modo de publicidad junto al diseñador gráfico Uriel Silva, del Estudio Urva, crearon unas simpáticas tarjetas postales con el logo y la estética del bar bajo la leyenda “No tenemos facebook, mejor vení y conocenos”.

“Hoy la gente le pone me gusta a restaurantes a los que nunca va pero se siente parte al ver y compartir fotos. Lo que yo busco es lo opuesto, quiero que vivan la experiencia real”, opina convencida.