Ahora te llevan a la India para aprender sobre el té

La historia del té es milenaria, y en la India uno puede descubrir la magia de su manufactura artesanal, que marida con el espíritu de su cultura. Como amantes de esta bebida, y referentes en toda Latinoamérica, la Escuela Argentina de Té realiza un "Programa de entrenamiento en cata profesional y manufactura de té”

“En el Tea Training que daremos en la ciudad de Darjeeling, conoceremos en profundidad los procesos de manufactura del té. Identificaremos la selección y clasificación que se realiza dentro de una Tea Factory (fábrica de té). Sentiremos en toda su dimensión: su temperatura, su aroma y su color, en cada etapa”, expresa la Tea Master Liliana Venerucci, co-directora de la Escuela Argentina de Té, junto al Tea Master Diego Morlachetti, quien agrega: “exploraremos con nuestras propias manos la Camellia Sinensis, y tendremos contacto con las personas que trabajan en todos los procesos de producción, para entender lo que realmente bebemos”.

En aquellos terruños, las mujeres seleccionan a mano el té, donde tierra y cielo se armonizan para dar a luz a uno de los mejores tés del planeta: Darjeeling, el afamado “champagne de los tés”. “Conoceremos los Estates más emblemáticos de esta ciudad, donde la historia del té de la India transitó sus primeros pasos”, adelantan los expertos.

La devoción ennoblece el corazón de sus trabajadores. Canastas sostenidas en las cabezas que transportan las frescas hojas, fruto de un terruño colorido, con ancestrales dioses que protegen a sus devotos: Krishna, Shiva, Ganesha, Buda. “Exploraremos en este viaje la magia devocional con la que se trabaja en los campos de té”, relatan Venerucci y Morlachetti.

Esta experiencia permitirá a los emprendedores llegar de manera directa al producto, y acudir a rondas de negocios. A los siete días de entrenamiento profesional, se agrega toda una semana para sumergirse en la cultura hindú, con un recorrido por Darjeeling, Kurseong, y el Triángulo Dorado (Delhi, Jipur y Agra).

“India aguarda con un shock sensorial jamás imaginado: colores que surgen poblando el paisaje, formas arquitectónicas de absoluta belleza”, describe Morlachetti. Y su gente es igual de deslumbrante: “sus mujeres pasean con elegancia su mágica femineidad. Adornadas con aretes, anillos en manos y pies que ponen brillo a su andar perfumado de flores. Y su bindi de naranja cúrcuma en la frente, nos recuerda que la vida es cuerpo, mente y espíritu”, concluye Venerucci.