Arrancó como pyme familiar, se profesionalizó y ahora planea mudanza

Todo queda en familia. Esa es la premisa de Sanat - Sabores Naturales, una empresa rosarina 100% familiar que se dedica a la venta de galletitas y productos naturales. La firma se encuentra en pleno crecimiento y ya planea la mudanza de sus instalaciones para comienzos de 2017.

“Nuestro objetivo es hacer notar que un buen sabor puede provenir de una buena combinación de ingredientes, sin ningún tipo de manipulación artificial”, explicó a punto biz Mariana Braidotti, una de las titulares del emprendimiento.

Sanat - Sabores Naturales nació hace más de 12 años, de la mano de Iván Vega, -el padre de la familia-, que es vegetariano desde hace 25 años. Esta pyme familiar surge luego de varias experiencias en el rubro gastronómico, hasta dar en la tecla: la elaboración de galletitas y productos naturales.

“La idea es saborizar naturalmente los productos, dándole protagonismo a la combinación de los ingredientes y transmitir sabores reales, sin agregados artificiales o resaltadores de sabor”, cuentan desde la firma.

Junto a esposa Marcela Naranjo, Iván Vega logró colocar los productos de Sanat - Sabores Naturales en la mayoría de las dieteticas de Rosario. Y fue en 2013, cuando Mariana Braidotti y Marcelo Vega, dos de los hijos de Iván, comenzaron a tomar parte de las riendas de la administración y la producción, dándole un nuevo empuje a la empresa.

“Luego de analizar el mercado, nos encontramos con que la demanda natural no pasaba solo por dieteticas, y que se podrían cubrir otros canales. Tras un análisis, y el desarrollo de nuevos productos, las nuevas líneas de marineras y grisines saborizados se unieron a las galletitas”, apuntaron.

Desde ese momento, los artículos de Sanat – Sabores Naturales se pueden encontrar también en queserías, tiendas gourmet y verdulerías boutique.

“Sanat – Sabores Naturales hoy en día es un ejemplo de cómo los negocios de familia pueden ser percibidos como desafíos por los sucesores y la transición hacia una experiencia motivadora”, dijo Braidotti. El equipo se siguió agrandando. Se sumó Cecilia Vega, y luego Samanta Braidotti ingresó al área de ventas junto a su mamá.

Todas las áreas fueron alcanzadas por las nuevas energías. En cuanto a la la gestión se trabajó con consultores externos para la mejora en la calidad de los procesos y para la producción se realizaron inversiones tecnológicas con la incorporación y renovación de maquinaria.

“Como consecuencia del crecimiento que tuvimos la suerte de tener, el actual espacio de producción nos va quedando chico, y por estos días estamos definiendo lugar para mudarnos”, dijo Braidotti.