Permisos de obra: cinco edificios en que el municipio hace la vista gorda

La política de la Municipalidad de Rosario para la construcción de edificios es errática. La semana pasada el secretario de Gobierno anuló los permisos que habían sido otorgados para un edificio en el macrocentro de la ciudad, mientras que al menos cinco construcciones con permisos caducados siguen en pie y están siendo comercializados, según se denunció en el Concejo Municipal.

El caso más polémico fue un proyecto de la constructora Lewis Gibbons ubicado en Pasaje Saguier 370, al que el municipio le bajó el pulgar la semana pasada. La piedra del escándalo fue la presencia de una funcionaria del área de Planeamiento, vecina del mismo pasaje, acusada por los constructores de haber recurrido a sus influencias dentro de la Intendencia para defender sus propios intereses.

Al mismo tiempo, al menos cinco edificios que tenían permisos caducos, siguen levantándose e incluso sus departamentos son comercializados. La concejal Fernanda Gigliani (Iniciativa Popular) investigó estos casos y presentó pedidos de informes al Ejecutivo.

Los edificios sobre los que la edil puso la lupa son los siguientes:

1- Castellanos 1056 (que construye la empresa Edilizia): El permiso de edificación fue otorgado en el año 2013, fue caducado, pero la obra sigue activa y avanzando, contando ya con 7 pisos. “Habría en curso una investigación administrativa", deslizó la edil.

2- Dorrego 1925 (fideicomiso privado): El permiso de edificación data de enero de 2013 para la construcción de 25.000 metros cuadrados. Ese mismo año se autorizó una ampliación. Tanto el permiso inicial como la ampliación estarían caducados por el tiempo transcurrido, al no haberse dado inicio a los trabajos.

3- Alvear 1125: Edificio Artigas. El permiso es de 2013, se trata de la vieja Casa Uruuaya en Rosario, y correspondía la caducidad, además en un área donde sólo pueden construirse 6 pisos se están levantando 12.

4- Iriondo 1350: La obra en cuestión habría sido oportunamente paralizada por encontrarse el permiso de edificación caduco, pero, según comprobaciones realizadas por la edil, puede observarse que siguió su curso.

5- 3 de febrero 3654: Por documentación recibida, la obra en cuestión tendría su permiso de edificación caduco, esgrimió Gigliani.

Según pudo constatar Gigliani, frente al reclamo de vecinos en estos casos, las autoridades municipales responde que es un “problema” de particulares. Es por eso que algunos terminaron recurriendo a la Justicia, cuando no terminaron vendiendo sus propiedades. En cambio, en el caso de calle Saguier y también en otro sobre calles Zeballos, “los funcionarios atendieron con urgencia la requisitoria de ´vecinos´ por ser amigos o funcionarios del gobierno municipal”, denunció la edil.