Láctea perdió su líder y la sucesión se corrió, pero empleados la reactivaron

Lo que amenazaba constituirse en un nuevo cierre de una empresa láctea, pudo ser revertirse y la nueva Cooperativa 22 de Marzo reactivó la producción tras el cierre de la fábrica de quesos Lugui, en la localidad santafesina de Eustolia, del departamento Castellanos.

“Entendimos que había que moverse rápido. Salimos a golpear puertas y gracias a la ayuda que recibimos, pudimos volver a trabajar”, contó Gustavo Novara, flamante presidente de la Cooperativa.

La fábrica Lugui SRL funcionaba desde 1999 en la pequeña localidad de Eustolia, y le daba trabajo a familias de localidades como María Juan y también Estación Clucellas, además de Eustolia. Luego del fallecimiento de su propietario, Ángel Garbarino, en  2013 y tras varios traspiés, el 29 de febrero sus descendientes decidieron cerrar la fábrica.

“El dueño accedió a entregarnos toda la maquinaria como parte de pago de las indemnizaciones, y aceptó alquilarnos el lugar con un plazo de tres meses de gracia para que podamos acomodarnos”, contó Novara.

La cooperativa láctea de María Juana también fue clave en este proceso, ya que se comprometió a entregar 15.000 litros de leche diarios, con financiación de 3 meses, y que se pagarían con un porcentaje del queso producido (casi un 80% de la producción). El resto de lo que produzcan, se continuará vendiendo con la anterior marca Lugui, hasta que finalice el trámite de formalización de la cooperativa. “Estimamos que en 4 o 5 meses ya podremos comercializar con nuestra marca”, auguró Novara. El nombre, 22 de noviembre, alude a la fecha en que se decidió formar la cooperativa.

Realidad difícil

Hoy las inundaciones les están jugando una mala pasada. “La producción de leche bajó y hoy estamos pudiendo juntar entre 8.000 y 9.000 litros diarios. Con los gastos y demás, hoy no nos sobra mucho para nosotros”, explicó.

Sin embargo, Novara confía en que la situación y el negocio pueda encaminarse pronto. “Haciendo bien las cosas, el negocio es viable. Para poder estar bien, tendríamos que tener como mínimo 15.000 litros. Cuando se normalice, vamos a andar mejor”, cerró.