Paladini, a punto de comprar la filial de competidora española Espuña

El frigorífico rosarino Paladini está negociando la compra de las operaciones en la Argentina de una empresa catalana de prestigio internacional en fiambres. Se trata de Esteban Espuña SA, que tiene una planta de manufacturación en Pergamino, provincia de Buenos Aires, en la cual trabajan unos 40 empleados. 

Espuña es una marca tradicional de España fundada en 1947, ubicada en Olot, Cataluña, con actividad en el país desde 1999, que elabora y comercializa productos secos y curados de altísima calidad, entre los que se destaca el típico jamón serrano.

La firma española es un auténtico peso pesado del rubro. Cerró 2014 con una facturación de Euros 69 M, y exporta un 51 % de su producción, principalmente a Francia, Argentina, Portugal, Alemania y Reino Unido. Si bien debió soportar durante los últimos años los efectos de una crisis económica en su país, apuesta a facturar Euros 100 M, con una fuerte definición para desarrollar el negocio en los Estados Unidos. 

Su actividad en la Argentina se complicó durante los últimos años. Si bien el mercado de consumo fue uno de los motorizadores de la economía doméstica durante la última década, la instrumentación del cepo a las importaciones afectó la distribución local de los famosos jamones cerrados de manufacturación ibérica. 

Según lo que pudo saber Punto biz, la operación ya está prácticamente definida y sólo falta arreglar la letra chica del acuerdo. Paladini se quedará con la planta de Pergamino pero también con una marca premium como Espuña, para su comercialización. 

Con la regularización de las importaciones, Paladini también podrá introducir una gama de productos premium elaborados en origen, e incluso algunos delicatessen de reciente lanzamiento, como las “Tapas al minuto” precocidas o los snacks con la marca “Cañito”. 

El frigorífico Paladini SA anunció un plan de inversiones por $ 567 M para los próximos dos años para ampliar su capacidad de producción. El desembolso se enmarca enfáticamente en el cambio político de la Argentina, “con motivo del nuevo panorama económico del país, de apertura hacia el mundo y promoción de las actividades productivas”, según reza un comunicado de la compañía de capitales rosarinos. 

Fuerte ofensiva

El frigorífico que tiene su planta principal en Villa Gobernador Gálvez arrancó el 2016 a pura ofensiva. 

A fines del año pasado había anunciado un plan de inversiones por  $ 567 M, que  se concretará en el plazo de dos años, y se desarrollará en su mayoría con aportes de capital propio, y en menor parte, créditos bancarios.

La decisión de la firma se enmarca en la decisión de consolidar posiciones en un mercado agitado en materia de desembarcos. 

El grupo brasileño BRF, también de capitales brasileños y que controla la marca Sadia, le compró en octubre último varias marcas a Molinos y acaba de quedarse con el frigorífico Campo Austral, para jugar fuerte en el negocio de los manufacturados porcinos. Pero no le resultará sencillo, porque la familia Paladini tiene a su equipo bien parado, aprieta las marcas y está dispuesto a jugar fuerte.