Plasmó su arte en remeras y pintó un negocio a mano

Diseñador gráfico y artista, Bruno Zumbo (34) se encontraba sin trabajo, hasta que para matar el tiempo decidió pintarle una remera a un amigo. Nunca pensó que ese sería el puntapié inicial para que los pedidos de remeras artesanales se multiplicaran. A seis años de ese momento, su emprendimiento creció notablemente y su arte ya se ve en remeras, afiches, murales y todo tipo de intervenciones.

“Estudié Diseño Gráfico en la Escuela Provincial de Artes Visuales y cuando estaba en eso de tirar CV por todos lados un amigo me pidió que le pintara una remera. Le dije que no, pero esa noche cuando me acosté mi cabeza no paraba de maquinar”, detalló Bruno a punto biz. Y es que ese fue el puntapié para iniciar un recorrido que ahora lo lleva a mostrar su arte a distintas ferias y eventos.

Haciéndole caso a su amigo, empezó a intervenir remeras y subir las imágenes a las redes sociales del momento. Lentamente, comenzó a hacer de su talento un negocio personalizado: Bruno Zumbo Art ofrece prendas, principalmente remeras, pintadas a mano por el artista, sin moldes ni producciones en serie, y con diseños elegidos por el cliente.

De esa manera, el diseñador ha realizado todo tipo de ilustraciones respondiendo los pedidos de clientes muy variados. “Cada pedido es único; he hecho desde rosas y flores en ropa para señoras hasta trabajos relacionados a grupos de música o cómics, películas y series, que es lo que a mí mas me gusta”, contó. La gente se acerca con una foto, una idea o una pasión que quiere ver plasmada en su ropa, y Zumbo se encarga de hacerlo realidad. “Al principio a la gente le causó intriga la técnica. Me preguntaron si la pintura se iba de la tela, si aguantaba. Yo mismo hice pruebas experimentando con la calidad de las remeras, los lavados, la evolución de la pintura en la tela. Y hace seis años que estoy con esto, así que salió todo bien”, aseguró.

Desde entonces el artista recorre ferias y convenciones de animé, tatuajes, medievales y todos aquellos espacios relacionados a los fans y el arte. Cada año, casi desde su inicio, levanta un stand exclusivo en el evento internacional Crack Bang Boom. Y a la par, mantiene su catálogo virtual en su espacio en Facebook, donde muestra sus trabajos, por más que su negocio “no funciona con un stock, sino úinicamente a pedido, y por eso cada pedido es único”. Esa es su principal forma de venta, arreglando con clientes vía web, ya que por su método de trabajo no le es viable arreglar con locales. Allí Bruno se ofrece no solo por su producto estrella (las remeras) sino también despliega sus posibilidades dentro del diseño gráfico y para la realización de murales (en bares, empresas, todo tipo de lugares), afiches también a mano, volantes y demás.

Bruno ya piensa en lo que se viene: “quiero terminar el profesorado y seguir haciendo ésto, que es lo que me gusta”. Para más adelante, el diseñador fantasea con sacar su propia línea de ropa, esta vez sí, con diseños hechos por él y serializados.