A falta de casamientos reales, los arman de ficción

“Ya nadie se casa”, es una sentencia común en la generación de jóvenes de entre 25 y 35 años. Aparece en charlas y reuniones de amigos, y la respuesta es (casi) siempre la misma. Que sale un dineral, que la organización es un despelote, que es preferible hacer “algo sencillo” para familiares cercanos en lugar de endeudarse por un evento de una noche. O que simplemente, casarse “pasó de moda”; son algunas de la razones que las parejas jóvenes argumentan para evitar el camino hacia el altar. Si bien pocos son los que se animan a dar el paso, todos añoran vivir la experiencia de asistir a un casamiento y “descoserla” en la pista de baile.

La foto de la novia en el “laguito” del Parque Independencia, el moño en el techo del auto, la torta de boda, el lanzamiento del ramo y un largo etcétera; forman parte de un ritual que parece en vías de extinción. Sin embargo, un grupo de emprendedores lleva adelante “Falsa boda”, un original evento que reúne todos los elementos típicos de una fiesta de casamiento como la recepción, el ingreso de la novia, la ceremonia civil, la barra libre y por supuesto las infaltables tandas de baile.

Falsa Boda es una excusa ideal para aquellos que quieren vivir la experiencia de ir a un casamiento pero que no pueden porque “nadie se casa”. Ya tuvo cinco ediciones (su mayoría en la ciudad de La Plata), cada una con sus características e historias particulares, y ahora la original propuesta llega a Santa Fe. La cita será el próximo 19 de septiembre a las 23 hs. en los Salones del Puerto de Santa Fe (1° de enero 040 - Dique II - Puerto de Santa Fe). El grupo de jóvenes de origen platense, trabaja en la realización de un evento en Rosario para el mes de octubre, aunque todavía con fecha y lugar a confirmar.

“Somos cuatro amigos, un publicista, un abogado, un ingeniero y un licenciado en Filosofía. Al no ser amigos del colegio, ni de un club en común, jamas hubiésemos tenido una fiesta de casamiento juntos. Sólo existía esa posibilidad si alguno de nosotros lo hacía...entonces decidimos hacer la propia, teniendo la libertad de poner y sacar lo que nos gusta de una típica boda pero sin casarnos”, explicó Martín Acerbi, uno de sus creadores, en diálogo con punto biz.

Falsa Boda recrea al pie de la letra todo lo que tiene una fiesta de casamiento tradicional, pero con un detalle: la pareja de novios, y un pequeño grupo de familiares y amigos, no son más que actores interpretando un papel. “Las fiestas se organizan siempre en salones de fiestas, hay barra libre, mesa dulce, pizza de fin de fiesta, ceremonia y los actores suelen interactuar con la gente como si fuesen amigos invitados al evento”, cuenta Acerbi.

Las invitaciones se venden a través de Internet, a un precio que oscila entre $400 y $500, y es condición asistir vestido de gala. “A nosotros como grupo, montar un evento así nos cuesta casi lo mismo que una boda real; entre el catering y el alquiler del salón, realizamos una inversión de $100.000 que vamos recuperando con la preventa de invitaciones y la participación de sponsors o marcas”, dijo el emprendedor al frente de Falsa Boda, una idea que -según asegura- está patentada.