Al trotecito, tecito: de la pelea al juicio

El rumor invadió los pasillos de Tribunales durante la última semana tras el receso de la feria, y viene con una advertencia especial: “Es un caso muy pesado”, tanto por los personajes como por la plata que están en juego. 

De un lado del ring bailotea una familia rosarina, que hasta mediados de la década pasada piloteó una prestigiosa empresa del rubro alimenticio, con planta industrial en el Gran Rosario. Esa empresa pasó de manos, y quienes se la quedaron son quienes hoy están en el rincón opuesto, con un millonario juicio de por medio. Los adquirentes en rigor constituyen un grupo nacional diversificado, con tenencias diversificadas en varios rubros, que recorren finanzas, agroindustria y telecomunicaciones, entre otros. 

Quienes siguieron de cerca el tema relatan que hubo entre las partes varios intentos fallidos de conciliación y que ahora las cosas están pasando a mayores, no sólo en instancias judiciales sino por pedidos de inhibición sobre sociedades y accionistas, que tienen como sede organismos regulatorios y de contralor. El tema recién se echó andar, como diría una vieja publicidad, “al trotecito, tecito”, pero promete hacer mucho ruido.