Dejó su ciudad natal para estudiar y aportar a la empresa familiar

Agustina Álvarez dejó su ciudad natal, Lincoln, en la provincia de Buenos Aires para estudiar en Rosario. Sus planes eran claros: estudiar agronegocios y aportar conocimientos a la empresa familiar.

“Mi familia tiene una empresa agropecuaria, un feedlot, entonces viví toda mi vida rodeada de temas vinculados al agro y al campo. Mi papá es ingeniero agrónomo y a mí si bien me gustaba el tema, no era el campo lo que me atraía, sino la parte numérica, de los mercados, de las finanzas, así que empecé a buscar alguna carrera en Rosario porque mi hermano ya estaba estudiando acá”, relató Agustina sobre su decisión.

La joven estudiante, lejos de renegar de sus orígenes y el trabajo de sus padres, se abrió camino para luego volver con el título y devolverles el esfuerzo que habían hecho para que ella pudiera estudiar una carrera.

Sobre su proceso en la universidad y su estadía en Rosario, Agustina contó que le costó el cambio y la nueva vida de ciudad. “Al principio me costó pero no por un tema del estudio, sino porque como era del interior, me costó el cambio de vida, adaptarme a la ciudad y estar lejos de mi familia y mi novio era lo más difícil”, expresó y remarcó: “Cuando venís de un pueblo se extraña la tranquilidad, la vida de allá y hasta el almacén del barrio”. 

Si bien la estadía no fue fácil, apenas comenzó a conocer más el plan de estudios de la carrera que había elegido, le gustaba cada vez más y esos miedos quedaban atrás. Además, contó con la suerte de conocer un grupo de amigas que fueron su sostén no sólo estudiantil, sino emocional y asegura que hasta el día de hoy siguen en contacto. 

Con respecto al tiempo dedicado a la carrera y cómo logró tener el mejor promedio, Agustina resaltó que fue gracias a los padres que le mancaron la carrera y su vida lejos del pueblo: “Si bien soy muy autoexigente, le dediqué tiempo completo. Yo no tuve que trabajar, ellos me mancaron desde el primer día, así que sentía que era una manera de retribuirles a ellos todo lo que hicieron por mí”.

Tras finalizar sus estudios, la joven profesional regresó a Lincoln a trabajar con su familia y espera en unos años poder abrirse camino a otras experiencias. 

“La carrera que estudié tiene un potencial enorme en Argentina porque somos un país agroexportador, así que en ese sentido creo que oportunidades va a haber y si no es en Lincoln, puede ser en la zona o en otra parte de Argentina, pero siempre trabajando de lo mío”, concluyó.