Crean equipo inédito en el país y apuestan a crecer en un parque industrial

Con tres décadas a cuestas, la firma Gallard Hnos se especializa en el mantenimiento y provisión de repuestos para maquinaria ligada la producción algodonera, un sector que si bien sufrió el impacto de la sequía, pudo atravesar con menor perjuicio la falta de humedad a diferencia de otras economías regionales. En ese marco, la firma que tiene sede en la ciudad santafesina de Avellaneda marcó tendencia con el desarrollo de un equipo único en el país que permite sustituir importaciones. La compañía, además, viene de encarar un plan de inversiones de planta que tiene proyectado profundizar para centralizar operaciones en el Parque Industrial de esa localidad.

El nuevo equipo en cuestión acondiciona, seca y limpia el algodón y estudian fabricarlo en serie. Dicho hito le valió a Gallard Hnos un reconocimiento al mérito industrial que le otorgó la Federación de Industriales de Santa Fe (Fisfe). “Es un equipo que resulta fundamental para el sector algodonero y para nosotros como empresa ya que nos posibilita saltar a la fabricación y diseño de máquinas completas. Además, con el dispositivo sustituimos importaciones”, expuso Roberto Gallard, uno de los socios de la firma que fundó con su hermano, en contacto con Punto biz.

”El nuevo equipo fue desarrollado en el Parque Industrial de Avellaneda, allí fichamos un lote y el año pasado terminamos la segunda nave de 300 m2 dedicada exclusivamente a la fabricación y diseño de maquinaria llave en mano”, indicó Gallard sobre el programa de inversiones.

En el éjido urbano de Avellaneda, Gallard Hnos tiene su taller central, un emplazamiento que inauguraron hace 30 años y donde siguen realizando la tarea de tornería. “Tenemos nuestra actividad dividida entre el polígono fabril donde tenemos presencia desde hace algunos años y en el entramado urbano donde funciona la administración y el taller de tornería. El plan ahora es unificar operaciones en el complejo industrial”, apostó el empresario.

“La estrategia es levantar una tercera nave en el parque Industrial para mudar lo que hacemos en la ciudad. El proyecto sigue latente aunque lo tenemos sujeto a la evolución de la macroeconomía el año que viene”, mencionó.

En la misma dinámica están los productores algodoneros que en su caso aguardan las lluvias clave de la corriente de El Niño para sembrar en noviembre. “La particularidad que tiene el sector es que hay tiempo hasta el mes 11 de cada año para evaluar el panorama de suelos como para implantar el cultivo. En ese marco, si bien la seguidilla de campañas con sequía afectó en torno a la pérdida de unas 100.000 toneladas de algodón, se trata de un impacto un poco más suavizado que el que sufrieron otras economías regionales. Así y todo hay mucha incertidumbre”, analizó Gallard.