La Anónima mete presión para que le dejen abrir otro súper en la provincia

La polémica por la instalación de una sucursal de La Anónima en Reconquista tendrá esta tarde un capítulo impensado: el presidente de la cadena, Federico Braun, y su hijo y gerente General, Nicolás Braun, se harán presentes en la ciudad del nordeste santafesino para encabezar una reunión de prensa en la que planean "anunciar los planes de desembarco de la cadena en Reconquista". Lo llamativo de la convocatoria es que, a pesar de que la apertura fue anunciada por el propio Braun el año pasado y ya se realizaron inversiones, La Anónima no consiguió la habilitación que necesita para concretar el desembarco, según pudo confirmar Punto biz.

El trámite -un certificado de prefactibilidad que otorga el Gobierno de la Provincia de Santa Fe después de una extensa evaluación- viene trabado desde hace varios meses. Fue presentado durante la anterior gestión provincial, y revisado por los actuales funcionarios, que definieron continuar evaluando el expediente sin otorgarle la venia a la cadena. Dicho de otra manera, si esta tarde anuncian la apertura, la sucursal sería inmediatamente clausurada.

En ese marco, la llegada de los Braun no puede más que ser interpretada como un fuerte intento para instalar el tema en la agenda pública y meterle presión al Gobierno provincial. Por su parte, la empresa decidió hacer mutis por el foro, y sus voceros se rehusaron a adelantar cualquier detalle sobre lo que declararán en la conferencia de prensa.

Qué le falta a La Anónima para obtener el papel

La parada en Reconquista viene áspera desde el principio para la cadena de cuna patagónica. El arco completo de supermercadistas y comerciantes locales se paró de manos desde el principio frente a la instalación de esta nueva boca, esgrimiendo que violaría la Ley de Grandes Superficies Comerciales (12.069), norma que regula la instalación de grandes cadenas de supermercados en la provincia.

Lo que sostienen desde la Cámara de Supermercados de Reconquista es que funcionarios de la anterior administración habrían amañado el recuento de los metros cuadrados de superficie comercial cubierta ya existente en la ciudad, para que las cuentas den a favor de La Anónima.

La postura en contra fue respaldada en un comunicado por la Cámara Argentina de Supermercados, el Centro Industrial y Comercial de Reconquista (CIC), la Cámara de Supermercados y Autoservicios de Santa Fe y Zona (Camsafe) y la Federación Argentina de Supermercados y Autoservicios (FASA).

En el documento, los comerciantes también dispararon contra el intendente de Reconquista: “Amadeo Vallejos elevó el expediente N° 6712/23 solicitando la intervención de la Secretaría de Comercio y firmando la factibilidad del proyecto sin haber finalizado con la evaluación de las mediciones previstas”, aseguraron.

La Ley de Grandes Superficies fue establecida en 2002 con el fin de regular la instalación de grandes cadenas, a condición de que no se vulnere la relación establecida a través de un coeficiente entre la cantidad de habitantes de una ciudad y la superficie comercial cubierta de la misma. A la vez, la regulación introduce parámetros de facturación de sus bocas de expendio.

En los hechos, el instrumento fue utilizado en varias ocasiones para frenar el desembarco de nuevas cadenas, pero en otras tantas se omitió su aplicación, cuando la expansión era de empresarios locales. Así, la ley fue el resultado de la capacidad de lobby de mayoristas y supermercadistas locales con capacidad de influenciar sobre los funcionarios de turno.

La de Reconquista sería la novena boca de La Anónima en la provincia, que ya posee tres en Rafaela, una en Venado Tuerto, Rufino, San Justo, San Jorge y Esperanza. En todo el país la cadena totaliza más de 150 sucursales.