Construcciones alternativas: hay vida más allá del ladrillo

Disponer de una casa con prestaciones muy similares a las tradicionales, y enorme eficiencia energética, en tiempo récord y sin las molestias de tener que pasar por una obra. Esa es la promesa de quienes trabajan con steel framing, Emmedue, y otros sistemas alternativos al ladrillo y hormigón. En el fondo se trata de un cambio de paradigma: pasar de la construcción a la fabricación de viviendas. Y ya no se trata de prefabricadas de escasa calidad y bajo precio, sino de unidades con buenas prestaciones, terminaciones y diseño.

Arquitectura modular y móvil

“Diseñamos módulos 3D que se pueden acoplar entre sí para formar casas de steel framing que pueden ir cambiando y creciendo con el tiempo”, indicó Iván Kozenitzky, uno de los titulares de Casa Lista. “Y son móviles porque el cliente puede levantar la casa y llevarla a otro lado sin problemas”, agregó. A diferencia de otras empresas del rubro, en su caso realizan toda la casa en el taller, incluyendo terminaciones, instalaciones, aberturas y pisos. “Una vez listos, cargamos los módulos al camión, los bajamos en el terreno y la armamos”, enumeró en diálogo con Punto Biz. En el caso de que se elija alguno de los modelos estándar, la fabricación dura unos meses y la instalación unas horas: “Llegamos a la mañana y después del mediodía la casa ya está lista para habitar”, añadió.

También ofrecen la posibilidad de optar por unidades de distinta categoría dentro del mismo modelo (pueden llegar a incluir porcelanato o domótica), o de hacer algo más a medida, pero allí los tiempos y costos varían. En todos los casos, los materiales son especialmente elegidos para priorizar la eficiencia energética.

Trabajan con aislación de lana de vidrio, o de lana de oveja, algo novedoso en la industria de la construcción, que es 100% natural y biodegradable. Esta surge de un desecho de la industria cárnica, y tiene mayor durabilidad que la madera, otro material muy empleado en la denominada construcción en seco. Además trae menos problemas de mantenimiento.

Máxima eficiencia energética

ablando de madera, en aquellos casos en los que predomina su uso, como en los decks, emplean una de tipo biosintética, que es extrusión de polietileno derretido con cáscara de arroz. Todas estas cuestiones, junto al mejor aprovechamiento de la orientación, otorgan una gran eficiencia energética.

“Tal como ocurre con los electrodomésticos, en construcción se está empezando a usar el etiquetado energético. Mientras que una vivienda tradicional está en un F, nosotros estamos en un A o B, dependiendo si usan más o menos energía renovable como los paneles solares”, explicó Kozenitzky. Otra característica a tener en cuenta: este tipo de unidades está preparada para enchufarse directamente a la red de energía eléctrica si en el terreno hay un medidor, o conectarse a un generador. Y también a la red de agua potable y de gas. En cuanto al precio, aseguró es bastante similar al de una casa tradicional.

¿A qué público apuntan? “Si bien tenemos distintos modelos para diferentes usos, en general pensamos que es un producto que se adapta mejor para la recreación, ya sea vacaciones o como segunda vivienda”, sostuvo Kozenitzky. Al poder trasladarla, los clientes tienen la posibilidad de colocarla en terrenos que no son de su propiedad. “Montás la casa, la dejás un tiempo y te la llevás. Eso es factible. Se trata de un concepto nuevo, porque no es ni casa fija ni rodante, sino que cuenta con las bondades de una casa fija en un lugar, como la chance de tener servicios básicos, pero con el beneficio de poder trasladarla cuando quieras”, resumió.

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